El Dacia Duster ha sido un rotundo éxito desde que su primera generación llegara al mercado en la primavera de 2010. La segunda entrega tomó el relevo en 2018, y un año más tarde apareció la versión más potente de este modelo comercializada hasta la fecha, con el motor Renault H5Ht de tres cilindros, 1,3 litros y 150 CV.
Recientemente y al igual que los demás modelos de la marca rumana de Renault, el Dacia Duster ha sido moderadamente renovado para incorporar el nuevo diseño corporativo de la compañía (lo que ha afectado principalmente al frontal), y su actual gama se compone de cuatro motores y cinco acabados, de los cuales la versión que probamos hoy es la más potente y la mejor equipada.
Dacia Duster TCe 150 CV: Un motor soberbio
Bajo el capó de este Dacia Duster encontramos un motor de gasolina de 1,3 litros y tres cilindros, construido enteramente en aluminio y sobrealimentado por turbocompresor; una auténtica joya de la ingeniería desarrollada conjuntamente entre Renault y Mercedes, fabricada en Valladolid y estrenada en 2018.
Entre sus muchos refinamientos tecnológicos, cuenta con un recubrimiento de plasma de baja fricción para las camisas de los cilindros (heredado del motor del Nissan GT-R), cigüeñal forjado, distribución por cadena (variable en fase tanto para la admisión como para el escape), inyección directa a 250 bares, pistones de aluminio refrigerados por chorro de aceite, bomba de aceita de caudal variable y un largo etcétera.
En el caso de este Dacia Duster, desarrolla 250 Nm desde sólo 1.700 revoluciones por minuto y alcanza una potencia máxima de 150 CV a partir de 5.250 vueltas que mantiene hasta llegar a las 6.000. Va acoplado sí o sí a un cambio automático de seis velocidades y embragues alternos que, una vez desmultiplicado, entrega todo el par disponible a las ruedas delanteras.
Hechas las presentaciones, sólo podemos decir cosas positivas de este motor, que ofrece un rendimiento extraordinario con unos consumos muy moderados, los cuales se mueven en una horquilla estrecha. Cuesta bajar de los seis litros a los 100 km, pero al mismo tiempo es difícil subir de los ocho litros, lo que, tratándose de un motor turbo de baja cilindrada en un SUV relativamente pesado (1.342 kilos, según la tarjeta de ITV), no es poca cosa.
Un Dacia Duster más de asfalto que de campo
Está claro que si te decantas por este motor, no te faltará potencia, aunque viajes con las cinco plazas ocupadas y algo de equipaje, apurando los 1.774 kilos de masa máxima autorizada con los que puede rodar este Duster (que, por cierto, no es mucho).
Se trata, además, de un motor suave (a pesar de tratarse de un tricilíndrico) y poco ruidoso, que en viajes largos se beneficia además de una desmultiplicación final bastante elevada (unos 48,5 km/h cada 1.000 r.p.m.), algo que permite reducir la rumorisidad, el consumo y el desgaste mecánico y que viene a solucionar un inconveniente histórico de los Dacia Duster, dotados en general de desarrollos cortos para favorecer su uso fuera del asfalto.
El “problema” es que este Dacia Duster Extreme TCe 150 CV EDC 4×2 no es, ni de lejos, el Dacia Duster ideal para salir del asfalto, a pesar de que su altura libre y sus ángulos lo permiten sin el menor problema.
El problema es que no hay tracción total, ni siquiera un autoblocante, y el cambio tampoco ayudaría si quisieras superar un obstáculo que te encuentres en un camino sencillo (por ejemplo una torrontera formada por la lluvia en una cuesta), ya que desde que soltamos el pie del freno hasta que el embrague de la primera se cierra y el coche comienza a avanzar, resulta muy difícil evitar que “recule”, algo que nos ocurrirá también si estamos aparcados en línea en una calle inclinada.
Afortunadamente, hay un freno de mano “analógico” con su tradicional palanca que, mediante un cable Bowden de acero, nos permite frenar el vehículo si lo necesitamos, pero no creemos que sea la solución ideal.
Tampoco entendemos que no se ofrezca la tracción total asociada a este magnífico motor. Si queremos un Dacia Duster “campero”, nos veremos obligados renunciar al soberbio 1.3 TCe en favor del diésel de 115 CV y 260 Nm, que es también un buen motor, con una economía de uso superior, pero no ofrece el plus de prestaciones de este tricilíndrico sobrealimentado de ciclo Otto.
Un Dacia Duster más asfáltico que campero
Con esta combinación de motor y equipamiento, tenemos un Dacia Duster que da lo mejor de sí en carretera y autopista, si bien no es el vehículo más confortable del mundo, con un aislamiento acústico mejorable, un equipo de sonido básico y algunas carencias como la de huecos porta-botellas funcionales (los que hay son demasiado pequeños para una botella normal) o reposabrazos central trasero.
Lo cierto es que los plásticos rígidos, la tapicería de aspecto sencillo (a pesar de los vistosos pespuntes), la exigua iluminación interior o el funcionamiento poco refinado del climatizador son peajes que estamos dispuestos a pagar por el menor precio del Dacia Duster respecto a su competencia.
No obstante, hay otros aspectos que no son tan fácilmente justificables, como la imprecisión del nivel del depósito de combustible, que aparecerá como lleno durante los primeros 300 kilómetros que recorramos y comenzará a descender sólo cuando ya hayamos consumido más de una tercera parte del combustible contenido.
Por otra parte, el equipamiento de este Dacia Duster Extreme resulta destacable, con elementos como los retrovisores exteriores calefactados que se oscurecen con la luz, las cámaras periféricas, el navegador, la rueda de repuesto de emergencia, las barras de techo, las conexiones USB para las plazas traseras y unas vistosas llantas de aleación.
También, como en cualquier Dacia Duster, es destacable el buen comportamiento que exhibe siempre el vehículo a pesar de sus elevadas suspensiones. El hecho de que no sea un coche pensado para ir “de carreras”, no impide adoptar un ritmo ágil de forma segura, con unas maneras que ya le gustaría exhibir a alguno de sus más costosos rivales.
Y ya que hablamos de precio, hay que aclarar que este Dacia Duster Extreme TCe 150 CV EDC 4×2 cuesta 24.240 euros, que es un buen precio para lo que ofrece. Desde nuestro punto de vista, no obstante, sería preferible optar por una versión 4×4, disponible únicamente asociada al motor Blue dCi de 115 CV, que se ofrece desde 23.090 euros con acabado Expression.
Pero, con independencia de la versión elegida y de los aspectos a mejorar que presenta el vehículo, no es fácil obtener más por lo que cuesta este Dacia Duster, un exitoso modelo cuya oferta comercial sólo ha sido replicada (que no mejorada) por productos minoritarios de una calidad claramente inferior.