La depreciación de los vehículos es un fenómeno que acecha a todos los automóviles a medida que envejecen. Ningún coche está exento de este proceso natural, influenciado por el uso, el desgaste y la constante llegada de nuevos avances tecnológicos y modelos al mercado automovilístico.
Sin embargo, hay excepciones notables que logran mantener su valor a lo largo de los años. En este artículo, exploraremos cuál es el coche que menos valor pierde con el paso del tiempo y, sobre todo, desentrañaremos los factores que contribuyen a su resistencia a la depreciación.
1La ineludible depreciación en el mundo del automóvil
La depreciación es un término omnipresente en la industria automovilística. Afecta a todos los vehículos, independientemente de su marca, modelo o precio inicial. Este proceso es el resultado de diversos factores, como el desgaste normal por el uso, la rápida obsolescencia causada por los avances tecnológicos y la continua entrada de nuevos competidores al mercado.
Aunque existen casos excepcionales en los que ciertos vehículos ganan valor con el tiempo debido a su relevancia histórica o singularidad, estos casos son raros y no representan la norma. Lo normal es encontrarse precisamente con lo contrario, con una caída importante del precio de un coche a medida que transcurren los años.