Puede parecer una afirmación muy exagerada pues la historia del automóvil ha dado muchos argumentos para convertir en mitos a modelos de todo tipo. Pero sin duda, el Aston Martin DB5 es uno de los coches que está en el pensamiento de los aficionados a los coches y, por supuesto al cine.
Porque el coche con el que James Bond era capaz de capturar a todos los villanos y malvados del mundo es uno de esos modelos que permanecen en la memoria. De hecho, solo por poner un ejemplo, una de las unidades originales de las películas del agente 007 fue uno de los modelos estrella de la exposición Autos celebrada el pasado año en el Museo Guggenheim de Bilbao.
Septiembre de 1963 fue el mes en el que Aston Martin presentó por primera vez este modelo, que se convirtió en un icono de la cultura británica, el diseño y la innovación. Un modelo que convirtió a la firma en una de las marcas de lujo más deseadas de Gran Bretaña. Y a partir de él, de todo el mundo, hasta llegar al momento actual ododne no solo los deportivos de calle son admirados, sino que también la firma cuenta con una escudería de Fórmula 1 que este año, con Fernando Alonso, lucha por el podio.
Seis décadas después, el DB5 sigue siendo uno de los automóviles más icónicos y reconocibles del mundo. Entre las celebraciones preparadas por Aston Martin, la semana pasada este modelo ocupó el centro del escenario en la presencia de Aston Martin en el Goodwood Revival en Sussex, junto con la última incorporación a la familia DB de la marca. El Aston Martin DB5 compartía protagonismo con el DB12, el primer Super Tourer del mundo, el DB12.
Ambos posaron para la posteridad en esta ocasión tan especial en la que Lawrence Stroll, presidente ejecutivo de Aston Martin y propietario de un DB5, puso en valor la influencia de este modelo: «La era de David Brown nos dio muchos grandes automóviles deportivos, pero ninguno más reconocible, venerado y deseado que el DB5, que sentó las bases de nuestra identidad como una marca de lujo británica sinónimo de estilo, rendimiento y exclusividad.
El Aston Martin DB5 fue un icono de los años sesenta
En 1953 Aston Martin estaba experimentando una ola de popularidad y su DB4 era un éxito desde su lanzamiento en 1958. Pero la fuerte competencia de fabricantes deportivos de lujo hizo que la firma necesitara algo nuevo para mantenerse en la cima.
El nuevo Aston Martin DB5 se presentó en el Salón del Automóvil de Frankfurt con varios cambios de diseño, técnicos y de equipamiento con respecto a su predecesor, y lo más destacado, con un importante desarrollo del motor para ofrecer aún más potencia. Eso justificaba el uso de un nombre completamente nuevo: el DB5.
Primero cerrado y posteriormente, como descapotable, se produjeron en la fábrica de Newport Pagnell, Buckinghamshire, durante un poco más de dos años, pero en ese tiempo lograron forjar una reputación y fama que hoy los convierten en uno de los modelos más deseados de todos los tiempos.
A eso ayudó, por supuesto, la decisión de EON Productions de poner al agente secreto más famoso del mundo al volante del nuevo DB5 en una serie de películas de James Bond durante más de medio siglo ha afianzado su lugar en el salón de la fama automovilística. Pero el agente 007 no es la única «celebridad» que se ha visto al volante de este icónico Aston Martin.
Porque este modelo fue elegido por muchos de los actores, estrellas del pop y celebridades más famosos de la época, incluyendo a Sir Paul McCartney y George Harrison de The Beatles y a Mick Jagger de The Rolling Stones. También el actor Peter Sellers estuvo en la lista de conductores de este icono. Y en los años posteriores, desde Robert Plant y Jay Kay hasta Elle McPherson y Ralph Lauren han disfrutado al volante.
El Aston Martin DB5 era el GT de cuatro plazas más rápido del mundo
El encanto del Aston Martin DB5 fue un trampolín para el éxito y ayudó a convertir a Aston Martin de un fabricante de automóviles deportivos británico de nicho en una superestrella automovilística global. Algo sorprendente al ver las cifras totales, pues solo se fabricaron 887 sedanes DB5, 123 descapotables y 12 shooting brakes personalizados. Una producción muy baja para un país que en 1963 fabricaba 1,8 millones de coches.
Aquel Aston Martin DB5 contaba con una nueva versión muy trabajada del motor de seis cilindros en línea de 3,7 litros y doble árbol de levas que impulsaba al DB4. Llegaba con estos cambios a la cifra de 282 CV de potencia. Además incorporaba una serie de cambios técnicos y de equipamiento, como la introducción de ventanillas eléctricas y la disponibilidad opcional de aire acondicionado, que se habían diseñado minuciosamente para cumplir con las expectativas cada vez más sofisticadas y exigentes de los clientes.
El rendimiento era acorde con el diseño elegante y deportivo de este coche, producto de la carrocería italiana Carrozzeria Touring Superleggera, y su velocidad máxima que superaba las 150 millas por hora (240 km/h) llevó al folleto de Aston Martin de la época a afirmar: «El DB5 es el GT de 4 plazas más rápido del mundo».
«Es justo que, al cumplir 60 años, nos tomemos un momento para mirar atrás y reflexionar sobre el increíble papel de este automóvil en nuestra historia de 110 años. Estamos increíblemente orgullosos de que la línea DB continúe hoy con el DB12″, que, al igual que sus predecesores, es una celebración de todo lo que amamos de los deportivos británicos hechos a mano, con una nueva inyección de la última tecnología y los más altos niveles de rendimiento», comentaba Lawrence Stroll, que sabe que gran parte del éxito actual de la compañía tiene su origen en este modelo.