Las señales de tráfico inventadas por los ayuntamientos son constitucionales; o al menos es constitucional que cada consistorio pueda diseñar las suyas propias aunque no estén incluidas en la legislación actual. Esa es la conclusión del fallo emitido por el máximo tribunal sobre un el recurso de amparo presentado por la asociación de defensa de los conductores Automovilistas Europeos Asociados, AEA, contra una sentencia del Tribunal Supremo. En la sentencia del Constitucional, que autoriza a los ayuntamientos a crear señales de tráfico que no están contempladas en la legislación del Estado, el alto tribunal considera que no se ha vulnerado ningún derecho fundamental en las resoluciones judiciales anteriores.
El caso parte de 2014 cuando AEA presentó un recurso contra el Ayuntamiento de Madrid por modificar la Ordenanza de Movilidad para autorizar la señalización de plazas de estacionamiento con marcas viales de colores (verde, azul discontinuo y naranja), que no existen en el Catálogo Oficial de Señales del Reglamento de Circulación. AEA argumentó que esta autorización era incompatible con la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, ya que el Ayuntamiento se atribuía competencias que no le corresponden.
Además, en el recurso AEA valoraba que esta decisión pudiera abrir la puerta a otros ayuntamientos para crear señales no contempladas en la legislación estatal, con los graves riesgos para la seguridad vial de millones de conductores nacionales y extranjeros al encontrarse con señales desconocidas que no sabrían interpretar.
Para AEA, autorizar señales inventadas es un riesgo para la seguridad vial
Sin embargo, la sentencia del Tribunal Constitucional respalda la decisión del Tribunal Supremo, argumentando que las resoluciones judiciales anteriores no vulneraron el derecho a la igualdad ni se apartaron injustificadamente de decisiones previas en casos similares. Esto ha causado gran preocupación en AEA, ya que considera que autorizar a los ayuntamientos a crear señales no contempladas oficialmente representa un riesgo significativo para la seguridad vial.
Por parte de AEA, su presidente, Mario Arnaldo, ha expresado su preocupación por los repetidos fallos judiciales que permiten a los ayuntamientos crear señales diferentes a las establecidas oficialmente. Señaló que esto podría llevar al caos, ya que los conductores no podrían conocer el significado de estas señales no reguladas por la legislación estatal.
“Imagínense lo que podría ocurrir -añade Arnaldo- si a cada uno de los más de 8.000 ayuntamientos españoles se le ocurriera pintar de colores los pasos de cebra, o sustituir las señales de STOP por girasoles. Eso por no hablar del idioma a utilizar en los paneles complementarios de las señales. Esto sería el caos, porque los automovilistas no podrían conocer el significado de las señales que, ni se estudian en las autoescuelas, ni se exige conocer para aprobar el examen de conducir”.
En ese sentido, Arnaldo confirmó que van a seguir con su reclamación y que AEA volverá a plantear este asunto ante los tribunales ordinarios en base al derecho fundamental a la libre circulación en condiciones de seguridad, tal como lo establece la sentencia del Tribunal Constitucional.
Con este fallo del Tribunal Constitucional se vuelven a plantear dudas sobre la coherencia y la seguridad en nuestras carreteras, en las que podrían llegar a existir señales incomprensibles, que no se enseñen en las autoescuelas pero por las que puedas ser multado si no la cumples.