La seguridad de sus vehículos es una prioridad para Audi, que acaba de anunciar que ha realizado una inversión de 100 millones de euros en un nuevo centro –dentro de su sede de Ingolstadt–, equipado con las tecnologías más punteras para la realización de pruebas de choque.
Las instalaciones del Centro de Seguridad de Vehículos de Audi se han mejorado para convertirse en el centro de desarrollo de seguridad pasiva más importante de la marca de los cuatro aros. Además, el espacio es ahora más eficiente y, a la vez, está preparado para futuros requerimientos en materia de seguridad.
Cada coche se somete a un elevado número de pruebas antes de ser lanzado al mercado. Solo en un mes, los especialistas de Audi realizan decenas de miles de simulaciones de colisión mucho antes de que se construya ni tan siquiera el primer prototipo. Para hacernos una idea del trabajo que se requiere en este área, solo para el diseño de la carrocería de un modelo actual se realizan más de 60.000 cálculos para hasta 100 casos de carga diferentes.
El nuevo centro de seguridad de Audi (AFZ) cuenta con 100 trabajadores, que realizarán todos los tipos de pruebas de seguridad exigidos hoy en día. Durante la fase de diseño se garantizó que en las instalaciones se pudieron realizar crahs test que van mucho más allá de los requisitos actuales en los numerosos mercados en los que la marca Audi está presente.
Las nuevas instalaciones de la marca cuentan con una pista de 250 metros, un bloque móvil de 100 toneladas para ensayos de crash test y espacio para pruebas de choque en las que puedan colisionar dos vehículos en un ángulo de 90 grados.
Tres años de trabajo y una amplia gama de pruebas para el nuevo centro de Audi
La construcción de las nuevas instalaciones ha durado tres años. Cuentan con una superficie de 130×110 metros y una altura de 20 metros. La pista de choque integrada consta de un área de 50×50 metros, mientras que las pistas de rodadura opuestas tienen una longitud total de 250 metros, lo que permite realizar pruebas a velocidades que superan los requisitos de hoy en día. Además, un carril adicional permite realizar colisiones en ángulo recto entre dos vehículos.
Además, las nuevas instalaciones permitirán acoger una gama mayor de pruebas. Por ejemplo, se ha instalado un bloque de 100 toneladas de peso en la pista de choque, que puede moverse y girar, lo que permite realizar numerosos tipos de pruebas de impacto. El llamado “suelo volador” también permite desplazar vehículos lateralmente contra obstáculos.
Maniquíes de todas las edades y pesos y cámaras de alta velocidad
A pesar de los rápidos avances en la tecnología de simulación, los ensayos reales de colisión siguen siendo esenciales, ya que las autoridades de los países a los que Audi esporta tienen procedimientos de homologación que exigen pruebas físicas de choque.
Por eso, en este centro de pruebas, se han introducido también novedades para probar los sistemas de cinturones de seguridad y airbags. Para probar las distintas áreas, en el nuevo escenario de colisiones se utilizan más de 60 maniquíes de pruebas de choque de distintos tipos, desde un bebé de 18 meses hasta un adulto de 102 kg de peso. Los maniquíes integran hasta 150 sensores para obtener datos relevantes durante las pruebas.
Para captar la secuencia durante los ensayos de choque se utilizan cámaras de alta velocidad y seguimiento del movimiento. Todos estos datos se introducen en un sistema que también incluye datos analizados por expertos de otros laboratorios de pruebas en Europa, Asia y América.
“La seguridad es una prioridad máxima en Audi. Nuestro nuevo Centro de Seguridad de Vehículos es una prueba impresionante de este compromiso. Nuestros modelos actuales obtienen resultados sobresalientes en procedimientos de ensayo válidos en todo el mundo. Pero no nos dormimos en los laureles. Por el contrario, seguimos mejorando nuestras capacidades de desarrollo y ensayo”, explica Oliver Hoffmann, Director de Desarrollo Técnico de la marca.