En el mundo de la industria automotriz, una inspección técnica de vehículos es un examen destinado a comprobar que un vehículo cumpla determinadas especificaciones de seguridad y mantenimiento. Esta inspección se realiza para garantizar la buena funcionalidad del vehículo, además de certificar que cumple con los estándares legales vigentes y con la homologación emitida por la Dirección General de Tráfico (DGT).
En España, los propietarios de un coche están obligados por la Ley a pasar una inspección técnica de sus vehículos cada dos años. Es decir, los dueños deben llevar obligada y periódicamente su automóvil a una revisión rutinaria a la que se suele llamar también como “la ITV” o “la prueba de humos”.
1¿Qué evalúa la ITV al revisar tu coche?
La ITV, también conocida como «la prueba de humos», examina diversas características técnicas del automóvil. Esta prueba se suele realizar cada dos años y comprende una revisión en profundidad de la mecánica, la estructura del vehículo, el sistema de frenos y el sistema de escape. Así mismo, también se evalúan factores tales como la calidad del aire acondicionado, el nivel de emisiones contaminantes de los coches a gasolina, así como los límites de emisiones de CO₂ (dióxido de carbono).
En resumen, la ITV entrega una valoración técnica exhaustiva del coche. Se trata de una evaluación cuidadosa que permitirá constatar si el vehículo se encuentra en buenas condiciones y, al mismo tiempo, meter de acuerdo a la normativa legislativa impuesta por la DGT en materia de tráfico.