El impulso del hidrógeno como una alternativa de combustible limpia para el transporte ligero ha estado enfrentando una serie de desafíos en los últimos tiempos. La semana pasada, conocíamos que la disminución de las ventas de vehículos de hidrógeno es una realidad, en gran parte debido al alto costo del repostaje.
Ahora, Dinamarca, uno de los países europeos que había estado apostando por esta tecnología, ha decidido dar un paso atrás significativo al cerrar todas sus estaciones de repostaje de hidrógeno. En estas líneas, exploraremos las razones detrás de esta decisión y su impacto en el panorama del transporte sostenible.
1Una apuesta fallida por el hidrógeno en Dinamarca
La noticia de que Dinamarca cerrará todas sus estaciones de repostaje de hidrógeno ha generado un debate en la comunidad de vehículos de emisiones cero. La decisión se basa en varios factores, y la empresa encargada de la infraestructura de hidrógeno del país ha explicado que la producción de hidrógeno verde en Dinamarca aún no está lo suficientemente madura. Tanto la electrólisis como los camiones cisterna y las estaciones de repostaje no han alcanzado el nivel de desarrollo esperado cuando se lanzaron las ambiciones del país en esta área.
Además, otro obstáculo importante ha sido la falta de compromiso por parte de los fabricantes de vehículos para producir vehículos de hidrógeno en gran volumen. Esto ha dificultado la creación de un modelo de negocio sostenible para la operación de estaciones de hidrógeno en el país.
