Fue una última vuelta sublime. Única. Suzuka permite la máxima expresión de un
monoplaza de Fórmula 1 en toda su velocidad y adherencia, todo un desafío para
los coches más rápidos del planeta. Precisamente, un desafío le arrojó Giampiero
Lambiase a su piloto en los últimos instantes de los clasificatorios del Gran Premio
de Suzuka: “Vamos, un 1.28”. Max Verstappen reinaba en otro planeta durante
viernes y sábado, pero, aún así, el ingeniero de Red Bull retó al holandés. Verstappen bajó del 1.29, y dejó a seis décimas al segundo clasificado, el McLaren de Oscar Piastri. Christian Horner, asustado, les había dado una orden a ambos “¡Quiero las cuatro
ruedas dentro del asfalto!”. Como quien oye llover.
Las imágenes de la cámara de a bordo de Verstappen quitaban la respiración en
puntos como las enlazadas curvas Degner. «Todas sus vueltas fueron
impresionantes hoy. Fue Una actuación alucinante. Pero creo que lo que hemos
presenciado hoy es algo muy especial. Esa última vuelta… sólo miré de reojo a la
curva cinco. Ese primer sector fue absolutamente brutal» reconocía un rendido
Horner ante la impresionante vuelta del piloto de Red Bull. El comentarista televisivo de Sky Sports, Karun Chandhok, ex piloto de Formula 1, situaba en otra dimensión la
actuación de Verstappen. «Todavía estoy sin aliento viéndola. Creo que fue una de
las más grandes vueltas de clasificación que hemos visto en la historia de la
Formula 1. No dejó mucho sobre la mesa».
En el contexto de la aplastante victoria de Verstappen en Suzuka, esa espectacular
acción quizás quede eclipsada. Pero si en ocasiones tan o más importante que
ganar es la forma en que se triunfa, Red Bull no solo ganó, sino que remató de la
forma más sublime su sexto título de Constructores. Aquella vuelta fue otra de esas
guindas de un fin de semana que visualizó esa excelencia alcanzada por Red Bull en
la mejor temporada de su historia, a juicio del propio Horner. Que ya es decir. Fue
un triunfo aplastante, quizás por ello Verstappen pareciera no haber corrido en el
Gran Premio de Japón. Porque desapareció tras la primera curva.
Red Bull y Verstappen: La perfección absoluta
«Mirándolo ahora en retrospectiva, estaba en la posición perfecta para emular a
Senna y Prost. Literalmente perfecto» bromearía Oscar Piastri al finalizar la carrera,
recordando el único momento de tensión para Verstappen durante todo el fin de
semana. El holandés salvo el ataque simultáneo de los dos McLaren en la primera
curva, y luego ni se le vio en las pantallas durante el resto de la carrera. Llegó a
meta con veinte segundos de ventaja y el codo en la ventanilla. Para quien
albergara alguna esperanza, el Gran Premio de Singapur ejerció como un mínimo
paréntesis en el dominio de Red Bull en 2023. Ni alerones flexibles, ni gaitas. El
RB19 fue en Suzuka esa máquina perfecta con la que todo piloto sueña, además en el escenario perfecto.
Resulta difícil encontrar antecedentes a la perfección del equipo austríaco lograda
en todas las áreas en la presente temporada. Desde el nivel de su monoplaza, la
estrategia y operatividad en boxes (récord de paradas en 2023, bajando de los dos segundos), la calidad de su equipo técnico, y el talento de Verstappen. Un mérito
indiscutible, si duda, pero que ha frustrado un apasionante campeonato ante la
extraordinaria igualdad de varios equipos. La pugna por la segunda posición final,
eso sí, será emocionante gracias a la naturaleza variable del certamen según el
circuito y el monoplaza. Lástima que McLaren Racing no pueda aspirar a ella, ahora que se
ha incluido en el grupo de cabeza, como evidenciaron sus dos pilotos escoltando a
Max Verstappen en el podio.
McLaren noquea al resto
Norris superó a Oscar Piastri, que subía por primera vez al cajón en la temporada
de su debut. Pero ninguno de los dos fue amenazado por Ferrari ni Mercedes. El
MCL36 ha sido transformado paulatinamente desde el Gran Premio de Austria, y
aunque se atragantaba en circuitos como en Monza y Spa, ha escalado a lo alto de la
jerarquía gracias a su renovada eficacia aerodinámica, por lo que brillaba en la
exigente pista de Suzuka.
«No estamos cerca de Max, pero tampoco estamos a kilómetros de distancia”,
reconocía Lando Norris al terminar. Una afirmación sorprendente cuando se vuelve
la mirada al primer tercio del campeonato, cuando el equipo británico languidecía
en el fondo de la tabla. “Estamos presionando, estamos llegando allí (a Red Bull) El
progreso que hemos logrado es extraordinario. Estoy muy orgulloso del equipo, de
los pasos adelante que damos cada fin de semana. Estoy seguro de que volveremos
a vivir momentos difíciles, pero estamos llegando a ese punto, paso a paso”
destacaba Lando Norris. Ya quisieran decir lo mismo en Aston Martin.
El error con Carlos Sainz
Ferrari también encontró motivos para la satisfacción en Suzuka, una pista que se
esperaba con temor. Especialmente, en las curvas de larga duración, que
habitualmente se comían los neumáticos del SF23. Y si encima acompañaba el
viento para desestabilizar al monoplaza italiano, tanto peor. En principio, el
trazado nipón reunía todos los requisitos para repetir la historia de tantas carreras
en 2023. Pero algo ha cambiado en el SF23 desde el pasado Gran Premio de
Holanda. El monegasco terminó cuarto -pensó por error que en meta había sido
tercero- y Sainz, sexto.
“Hoy recogimos el máximo. En un momento dado pensé que podía batirme con los
McLaren, pero Lando empezó a presionar y fue más rápido que nosotros. Oscar
también empezó a apretar al final del relevo y, también fue más rápido que
nosotros”, resumía sorprendido el monegasco ante el ritmo de los McLaren. Por su
parte, Sainz rodó al mismo ritmo -en ocasiones superior a su compañero de
equipo-pero la posición de parrilla (a favor de Leclerc) determinó la jerarquía
interna de Ferrari.
“Se nos ha escapado el quinto quizás en esa última parada, igual nos hemos quedado
fuera demasiado tiempo y se nos ha escapado la lucha con Hamilton”, lamentaba
Sainz al bajarse de su monoplaza, “pero he ido muy rápido toda la carrera, he hecho
una buena salida, he tenido buena degradación, así que estoy bastante contento con
el ritmo. Lo malo es el resultado, que no refleja este ritmo que he tenido y hemos
perdido en la última parada”, resumía el madrileño. «Pasé de estar un segundo por
delante de (Hamilton) a estar ocho detrás después de la parada, fue una pena.»
Ferrari perdía así frente a Mercedes algunos puntos vitales, porque la lucha entre
ambos equipos por la segunda posición final se presenta extraordinariamente
abierta y reñida en las seis carreras restantes.
Aston Martin, el cangrejo verde
Fernando Alonso y Aston Martin siguen perdiendo terreno frente a McLaren,
olvidada ya la pugna por la tercera posición en el campeonato. El equipo británico
solo logró en Suzuka cuatro puntos por los treinta y tres de su rival, gracias a la
octava posición del español. “Me habéis echado a los leones parando tan pronto”,
reprochaba Alonso a su equipo por la radio tras la primera parada en boxes que,
reconocería después, condicionó la posibilidad de luchar con Mercedes y Ferrari,
algo que en principio no esperaban tanto el piloto como su equipo ante el ritmo de
los entrenamientos (décima posición de parrilla, a dos décimas detrás del
AlphaTauri de Yuki Tsunoda).
“La carrera ha sido buena, mejor de lo esperado. El coche ha ido más rápido de lo
que yo pensaba en carrera. Teníamos muy buen ritmo y la salida fue muy buena”,
resumía Alonso tras una arrancada que le llevó desde la décima posición al sexto
puesto de la primera curva. “Estaba cómodo en la primera parte de la carrera, por
detrás de los Ferrari y por delante de Hamilton. Cuando me llamaron, creo que fue
demasiado pronto. Fue para cubrir a Tsunoda, e igual nuestra carrera hoy no era con
Tsunoda y sí con los Ferrari y con los Mercedes». Alonso luego quitaba hierro al
comentario que tanto llamó la atención, quizás con el temor de que se hiciera viral
como aquel “monoplaza inconducible” de Singapur. Era una forma de motivación
para reaccionar y no de reproche a su equipo. Aunque cabía dudar de esas opciones
contra Mercedes y Ferrari, cuando se le escapaba el Alpine de Esteban Ocon en la
recta y con el DRS abierto ante la paupérrima velocidad punta del AMR23.
McLaren sigue recortando terreno a Aston Martin por el cuarto puesto final en 2023.
Al ritmo actual, el equipo de Alonso corre incluso el riesgo de terminar quinto. Tras
el Gran Premio de Italia separaban 78 puntos ambos, con Aston Martin todavía por
delante. Hoy, son 49. Faltan seis carreras…