Uno de los temas más discutidos en el ámbito de la automoción, especialmente en las grandes capitales como Madrid y Barcelona, es la clasificación de los vehículos según su eficiencia y emisión de gases. Esta clasificación se realiza a través de las denominadas «etiquetas medioambientales» que la Dirección General de Tráfico (DGT) otorga a los vehículos en base a su impacto medioambiental.
Estas etiquetas son B, C, ECO y cero emisiones, y cada una tiene un impacto significativo en el tipo de vehículo que compras, cómo y dónde puedes usarlo y cuánto pagarás por él. Pero, ¿qué significa cada una de estas etiquetas? y ¿cómo afectan a la movilidad en las distintas ciudades? Exploremos estas cuestiones.
Etiqueta B: Estos son los vehículos de gasolina matriculados a partir de enero de 2000 y diésel a partir de 2006. Son vehículos que cumplieron con las normativas Euro 3 y Euro 4 en su momento, pero en la actualidad representan a los coches más contaminantes del parque automovilístico.
Etiqueta C: Corresponden a los vehículos de gasolina matriculados a partir de 2006 y diésel de 2014. Son los vehículos que cumplen con la norma Euro 5 y inicios de la Euro 6, menos contaminantes que los catalogados con la B.
Etiqueta ECO: En esta categoría se incluyen vehículos híbridos, híbridos enchufables con autonomía inferior a 40 km, vehículos que utilizan gas natural (GNC y GNL) o gas licuado del petróleo (GLP). Por su naturaleza, estos vehículos emiten menos CO2 y NOx a la atmósfera por lo que tienen ciertas ventajas en aparcamiento y circulación.
Etiqueta cero emisiones: Engloba a los vehículos eléctricos de batería (BEV), vehículos eléctricos de autonomía extendida (REEV), vehículos híbridos enchufables (PHEV) con autonomía mínima de 40km y vehículos de pila de combustible. Estos son los vehículos más respetuosos con el medio ambiente y tienen plena libertad de movimiento y estacionamiento en la ciudad.
Entonces, ¿cómo afectan estas etiquetas a la movilidad en ciudades como Madrid y Barcelona y qué ventajas aportan?
Los vehículos con etiqueta ECO y cero emisiones tienen beneficios significativos en términos de restricciones de movilidad. Durante episodios de alta contaminación, estos vehículos tienen permitido circular libremente por la ciudad, mientras que los coches con etiquetas B y C pueden encontrar restricciones. Además, en algunas zonas de estacionamiento regulado, los vehículos con etiqueta cero tienen bonificaciones de hasta el 100% y los ECO tienen descuentos de hasta el 50%.
En cuanto al precio de los vehículos en función de su etiqueta, los coches con etiqueta ECO y cero emisiones suelen ser más costosos de entrada que los de etiquetas B y C debido a su tecnología más avanzada y nueva. Sin embargo, el coste puede justificarse con el tiempo debido a los beneficios que estos coches ahorran en términos de ahorro de combustible, menos mantenimiento, exenciones fiscales y de peaje, y otras ventajas de movilidad y estacionamiento.
En resumen, las etiquetas medioambientales juegan un papel crucial en la decisión de comprar un coche nuevo, y es importante entender lo que cada una significa. Las etiquetas no sólo afectan al impacto medioambiental, sino también a dónde y cuándo puedes utilizar tu vehículo, y a cuánto te costará a largo plazo. Como siempre, la mejor opción dependerá de tus necesidades individuales, así como de tu presupuesto y compromiso con el medio ambiente.
