Parece una auténtica tradición que todos los pilotos de la Fórmula 1 besen su trofeo cuando suben a lo más alto del podio. Y esta tradición ahora cobra un nuevo sentido gracias a las empresas Lenovo y Pininfarina, quienes son los artífices de haber creado este trofeo interactivo que pudimos ver en el pasado Gran Premio de Japón y con el que a Max Verstappen se le iluminó la cara.
Para diseñar este trofeo, sus creadores dicen que se inspiraron en la toma de admisión de aire que hay colocada en la parte superior de los monoplazas de Fórmula 1. Pero lo llamativo de esta pieza en realidad es lo que esconde en su interior, puesto que está repleta de luces multicolores que permiten cambiar su apariencia de forma instantánea. También hay un particular detalle en su exterior, que no es otro que un círculo de luz blanca que enmarca la palabra ‘kiss me’. ‘Bésame’.
Este trofeo esconde alta tecnología en su interior
Y precisamente a ese círculo apuntaron directamente los labios del piloto de Red Bull, Max Verstappen, tras proclamarse vencedor en el Gran Premio de Japón y recibir este trofeo, que de forma inmediata se iluminó en rojo, blanco y azul, los colores de la bandera holandesa.
«Para la casa de diseño italiana Pininfarina, con su herencia incomparable arraigada en la tradición automovilística, es un honor ser parte de la historia de la Fórmula 1 con este innovador trofeo impulsado por la tecnología», dijo Paolo Trevisan, vicepresidente de diseño de Pininfarina of America. «Así como cada monoplaza en la pista es un testimonio de la dedicación humana a la innovación, nuestro trofeo encarna la esencia de la artesanía y la estética con visión de futuro».
Uno calcado será entregado al vencedor en Austin
Otro detalle innovador que encierra este avanzado trofeo desarrollado entre Lenovo y Pininfarina es que esa zona enmarcada con un círculo LED de color blanco esconde un avanzado sensor que puede detectar la huella de los labios del piloto. De ahí que al ser besado por Verstappen se iluminase con los colores de su bandera. Y es que Lenovo, quien ha desarrollado esta tecnología, dice que la huella de los labios es semejante a una huella dactilar. Y que cada humano tenemos una diferente.
Esta no será la única vez que veamos este sofisticado trofeo rebosante de tecnología, porque el próximo vencedor del Gran Premio de Estados Unidos que se disputará el 22 de octubre en Austin, Texas, también recibirá uno calcado al de Max Verstappen, quien tendrá la oportunidad antes, en el próximo Gran Premio de Qatar, de proclamarse Campeón del Mundo de Fórmula 1 por tercera vez en su carrera deportiva.