La nueva normativa de la Unión Europea sobre los carnés de conducir empieza a tomar forma y prevé cambios importantes para los conductores. La UE trabaja en una futura directiva, que se debatirá a finales de año en el Parlamento Europeo, y con la que se pretende unificar criterios y eliminar trabas administrativas entre los 27 países miembros de la UE en lo que respecta al permiso de conducir.
Entre las medidas propuestas en el borrador figura la puesta en marcha de un carné digital valido en todos los estados miembros, la mejora de los exámenes para que los conductores puedan realizar una conducción más eficiente o la extensión de un carné por puntos, como el español, que debería estar implantando como tarde el 31 de diciembre de 2025 en todos los países.
Pero hay otras medidas mucho más llamativas, como la que propone crear un futuro B+ para conducir vehículos con un peso superior a 1,8 toneladas del que podrán ser titulares solo los conductores que hayan acumulado un período mínimo de experiencia en el permiso B. Eso abre la puerta a que los estados miembros puedan prohibir a los conductores novatos ponerse por la noche al volante o el establecimiento de velocidades máximas en función del tipo de permiso (110 km/h para el carné B). Propuestas controvertidas, por las que la presidenta de la comisión de Transportes y autora del informe, Karima Delli, ha tenido que salir al paso de las críticas y defender su postura incluso mucho antes de que el borrador comience a debatirse en Europa.
1Límites de velocidad más estrictos
La ponente de la nueva norma recuerda que la velocidad es un factor presente en el 30% de los accidentes de tráfico mortales y esto justifica la propuesta de establecer límites de velocidad más estrictos en la UE, que dependerán del tipo de permiso obtenido y del vehículo conducido.
Así, se fija una velocidad máxima de 110 km/h para los conductores del permiso B y de 130 km/h para los de la categoría B+, el carné específico que se introduce para conducir vehículos de más de 1.800 kilos de peso.
Además, propone que los estados miembros establezcan normas específicas a los conductores noveles, reduciendo la velocidad máxima autorizada fuera de las zonas urbanas si dicha velocidad es superior o igual a 90 km/h.