No cabe duda alguna de que los países nórdicos son los que han tomado una postura más dura con respecto a la contaminación proveniente de los medios de transporte. Pero es que lo de Estocolmo, la capital de Suecia, es para estudiarlo, puesto que están a punto de prohibir la entrada a sus calles principales a los coches equipados con motores de combustión.
Esta es una de las miles de noticias de este tipo que nos llegan desde los países nórdicos, pues como seguro ya sabes, Noruega ya ha puesto fecha de defunción a los automóviles con motor de gasolina y diésel, que no se van a poder comercializar en ese país desde el año 2025. O lo que es lo mismo, diez años antes de que entren en vigor legislaciones semejantes en Europa e incluso en el estado de California.
Estocolmo se adelanta 10 años al resto de capitales europeas
Pero es el medio web de noticias sueco SVT, el que ahora ha confirmado que la ciudad de Estocolmo está lista para prohibir el acceso a los vehículos con motor de combustión en sus distritos financieros y comerciales. Estas zonas serán exclusivas por lo tanto a coches eléctricos, camiones híbridos y vehículos que estén impulsados por pilas de combustible.
Si la ciudad de Estocolmo se lanza a impulsar un plan de este tipo, se va a convertir en la primera capital del mundo en expulsar por completo a los vehículos con motor de combustión. Y es que será mucho más radical que propuestas que llegan desde ciudades como Paris, Atenas, Londres o Madrid, que ya tienen algunas restricciones para los vehículos de combustión e incluso cobran a sus conductores por acceder a determinadas zonas de la ciudad.
Las ventas de coches eléctricos no son las esperadas
«Queremos crear un mejor entorno de vida para las personas que viven y trabajan aquí», dijo a SVT el legislador local Lars Stromgren, responsable de la política de tráfico, según un informe de Bloomberg, que se pregunta si la medida tendrá un gran impacto en las ventas de vehículos eléctricos en Suecia. Y es que recientemente se emitió un informe en el que se reducía el pronóstico sobre las ventas de vehículos eléctricos para este año, bajando del 40 al 35% debido a sus elevados precios, siendo excesivos para los compradores que valoran este aspecto.
Cierto es que el plan que tiene en mente la ciudad de Estocolmo puede parecer radical para aplicarse en 2023, pero sin duda pondrá en aviso al resto de las capitales europeas, así como a las grandes ciudades, que deberán seguir sus pasos en los próximos 15 o 20 años.