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Toyota FT-Se: ¿Anticipa el regreso del mítico MR2?

El Toyota FT-Se forma parte del enorme despliegue que la marca japonesa está llevando a cabo en el Japan Mobility Show 2023, que se celebra desde el jueves 26 de octubre hasta el domingo 5 de noviembre, con un estand cuyo lema reza: “Cambiemos el futuro de los automóviles: encuentra tu futuro”.

Junto con el Toyota Land Cruiser Se, 100 % eléctrico, y el pick up eléctrico IMV 0, la firma japonesa revela dos prototipos conceptuales de vehículos eléctricos a batería (BEV): el FT-3e (con carrocería SUV) y el Toyota FT-Se, de corte deportivo; dos modelos que comparten arquitectura y demuestran, así, la versatilidad de su plataforma eléctrica.

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Así es el Toyota FT-Se

El Toyota FT-Se es la propuesta conceptual de la firma japonesa sobre un modelo eléctrico deportivo de alto rendimiento neutro en carbono. De entrada, el fabricante asegura que el vehículo se beneficia de la experiencia atesorada por Toyota Gazoo Racing, el brazo de competición de la casa de Aichi “para fabricar automóviles cada vez mejores a través de los deportes de motor”.

El objetivo del vehículo se ha centrado en la búsqueda de la mayor estabilidad y el rendimiento aerodinámico, compartiendo los principales componentes con el prototipo SUV FT-3e. Además, el deportivo japonés promete ofrecer una mejora constante de prestaciones a través de actualizaciones de software.

Sobre el diseño del Toyota FT-Se, el fabricante japonés asegura que “sus proporciones anchas y bajas, junto con una silueta elegante y de vanguardia, reducen la resistencia aerodinámica”. Evidentemente, la escasa altura juega a favor en este aspecto, si bien la anchura, no.

En su carrocería encontramos también grandes tomas de refrigeración que tampoco suelen ser muy amigas de favorecer la penetración aerodinámica, ya que además la carrocería no cuenta con side curtains u otros recursos tendentes a reducir el flujo turbulento a la altura de las ruedas o a acelerar el paso del aire, aunque las aperturas frontales sí podrían disponer de algún sistema activo que las ocluyera cuando no sean necesarias.

El interior del Toyota FT-Se

En cuanto al interior, la casa de Aichi declara que el puesto de conducción “totalmente digital de próxima generación ofrece controles intuitivos y una experiencia de conducción más inmersiva”. Asimismo, “un perfil bajo del panel de instrumentos garantiza una alta visibilidad”. Por otra parte, “las rodilleras de nuevo diseño protegen el cuerpo de las fuerzas G durante la conducción”, y es que el encuentro de las rodillas con los guarnecidos es un aspecto importante que no siempre se tiene suficientemente en cuenta a la hora de diseñar los interiores.

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A la vista de las imágenes, nos llama la atención el volante cuadrangular, que entendemos que se trata de una evolución de la dirección One Motion Grip estrenada por el Lexus RZ. Asimismo, la información se divide en tres pequeñas pantallas, una de ellas sobre el volante y las otras en los laterales, una solución que a priori no parece muy práctica, ya que obliga a dividir la atención en tres zonas que cuentan, además, con diferentes distancias focales.

¿El Toyota FT-Se anticipa un futuro MR2?

A la vista del diseño de este Toyota FT-Se, cabe preguntarse si estamos ante el anticipo de un futuro MR2. Recordemos que el compacto biplaza japonés de motor central nació en 1984, mientras que su segunda generación llegaría cinco años más tarde, seguida de una tercera serie (1999) que dejaría la saga sin continuidad en 2007.

Así, este Toyota FT-Se podría ser el anticipo de una cuarta entrega del MR2, que en cualquier caso supondría un cambio de filosofía no sólo por el uso de la propulsión eléctrica, sino por alejarse del concepto de vehículo muy ligero dotado de un motor no excesivamente potente pero sí capaz de rodar a altas revoluciones para ofrecer una buena relación entre peso y potencia más que una elevada potencia bruta capaz de catapultar su importante masa en tiempos de récord pero incapaz de ofrecer la agilidad que sólo puede lograrse a base de ligereza, equilibrio de masas y un chasis bien afinado.