Los funcionarios de tránsito están en la obligación de aplicar la ley a la perfección para evitar abusos y malas conductas en los carriles de circulación. Sin embargo, en ocasiones, también hay casos en los que una multa, a pesar de ser el procedimiento adecuado, no es procedente. Es lo que se conoce como multa falsa y es una preocupante situación que está levantando polémica en toda España.
En los últimos meses, el número de multas emitidas por agentes de tráfico a conductores se ha incrementado drásticamente. Esto ha provocado últimamente un importante aumento de la sospecha de multas falsas, que afectan a un gran número de personas en todo el país. Ante esta situación, tendremos que ver qué debemos hacer si nos sentimos víctimas de la multa falsa que acabemos de recibir.
1¿Qué es una multa falsa?
Una multa falsa es aquella que no se ajusta a la normativa o cuando no hay pruebas suficientes para justificar su aplicación. También se puede entender como una multa que ha sido emitida de forma ilegal por un agente de tráfico. Es decir, se trata de una sanción que no se ha emitido de forma correcta por parte de la autoridad competente. Es importante tener en cuenta que una multa falsa no es la misma que una multa injusta o excesiva, que sí puede recurrirse en su caso.
Uno de los pasos más importantes que cualquier persona debería tener en cuenta si es sancionada de forma ilegal es conocer sus derechos. La Ley 5/2014, de 4 de abril, propone como principios principales que los vehículos no circulen a velocidades superiores a las indicadas por ley, y que se acaten las señales de tránsito. Asimismo, se establece que los corredores han de respetar y correr con los procedimientos operativos establecidos para justificar la decisión de multar.
Tenga siempre en cuenta que, en caso de una multa falsa, el conductor tendrá derecho a recurrir la sanción ante la autoridad correspondiente. Los derechos como ciudadano tienen mucho que ver en estos casos y es importante que los conozcamos.