En la década de 1980, el panorama automovilístico español experimentó una transformación notable con los motores turboalimentados. Este tipo de vehículo, con su tecnología avanzada y diseño vanguardista, marcó una época y desafió las convenciones establecidas en el mercado automotriz español.
La entrada del Renault 18 Turbo coincidió con un momento crucial para España, ya que el país se preparaba para unirse a la Comunidad Económica Europea (CEE), lo que añadió un componente adicional a la competencia con modelos como el Seat 1430.
1Turboalimentando el mercado español
La década de 1980 fue testigo de un auge en la popularidad de los automóviles turboalimentados, y Renault no se quedó atrás al introducir el modelo 18 Turbo en el mercado español. Este modelo, derivado del exitoso Renault 18, ofrece un rendimiento mejorado gracias a su motor turboalimentado, convirtiéndose así en un referente de la ingeniería automotriz de la época.
El Renault 18 Turbo no solo se destacaba por su potencia, sino también por su diseño elegante y aerodinámico. Su llegada generó una ola de entusiasmo entre los aficionados a los automóviles, que buscaban una combinación de estilo y rendimiento. A medida que se presentaba como una opción emocionante en el mercado, surgía la pregunta de cómo se compararía con el Seat 1430, un competidor local bien establecido.