La revolución de los coches autónomos ha llegado, prometiendo cambiar para siempre la forma en que nos desplazamos. Estos vehículos, capaces de circular sin intervención humana, han despertado un gran entusiasmo por sus posibles beneficios en términos de seguridad vial, reducción de emisiones y optimización de la infraestructura.
Sin embargo, este avance tecnológico no está exento de desafíos legales, éticos y sociales que requieren una cuidadosa consideración y regulación.
1Los niveles de automatización de los coches para la DGT
Los coches autónomos son aquellos que pueden conducir sin la intervención humana, gracias a la tecnología que incorporan. Según el nivel de automatización, se clasifican en cinco categorías, desde el nivel 0 (sin automatización) hasta el nivel 5 (totalmente autónomo).
En España, la legislación actual solo permite la circulación de coches con nivel 2 de autonomía, es decir, que pueden realizar algunas funciones de conducción, pero siempre bajo la supervisión y el control del conductor. Sin embargo, la Dirección General de Tráfico (DGT) está trabajando en un proyecto de Real Decreto para regular la circulación de coches con niveles 4 y 5 de autonomía, que se espera que se apruebe en 2024