Los años cincuenta han marcado un antes y un después en todos los ámbitos de la vida. Pero si nos trasladamos al automovilismo y, más concretamente a Estados Unidos o a un fabricante de la talla de Ford, nos encontraríamos con automóviles con un diseño inspirado en el mundo de la aeronáutica. Sin embargo los años cincuenta fueron mucho más ‘locos’ para algunos fabricantes de automóviles, que seguían las tendencias del gran público, influenciado por la llegada de los aviones a reacción y por la evolución de la energía nuclear. Una combinación que la firma del óvalo azul intentó llevar a la vida real.
Tanto es así que los ingenieros de la firma del óvalo azul tuvieron la brillante idea de comenzar a investigar en esos turbulentos años cincuenta con la experiencia de trasladar la energía nuclear a las puertas de nuestras casas. Y de esa idea nació el Ford Nucleon, un vehículo del que ahora se ha dado a conocer nueva información gracias a que nuevas imágenes y el comunicado de prensa original emitido por Ford en el año 1958 se han sumado a la extraordinaria Ford Heritage Vault, una página Web donde tienes a golpe de ratón toda la información sobre los clásicos modelos de la firma del óvalo azul y que desde ya te invito a descubrir.
El Ford Nucleon tenía tecnología del Siglo XXI
Por suerte para todos los que no hemos nacido con tres ojos como el famoso pez de los Simpsons, el Ford Nucleon se trataba simplemente de un ejercicio de diseño con el que la firma del óvalo azul comenzaba a experimentar cómo podrían llegar a verse los vehículos del futuro si se les incorporaba la tecnología nuclear.
A modo de aerodinámico y futurista pick-up, los diseñadores de la compañía americana concibieron este Ford Nucleon, el cual luce una zona delantera para sus ocupantes, mientras que la parte trasera está íntegramente dedicada a su mecánica, compuesta por dos turbinas y un reactor nuclear a escala alimentado por uranio y capaz de evaporar el agua, de manera que el vapor generado se enviaba a cada una de sus turbinas. Una movía sus ruedas y otra generaba energía para alimentar al resto de componentes del Nucleon, pues presumía de contar con sistema de climatización entre otros muchos avances para el año 1958. Y es que en el comunicado se mencionan sistemas de aviso delanteros y traseros para advertir a su conductor de la presencia de vehículos en su entorno.
Prometía una autonomía de 8.000 kilómetros entre cargas
Pero lo mejor de todo es que la compañía americana se imaginó que su Ford Nucleon podría llegar a recorrer 5.000 millas (unos 8.000 kilómetros) antes de que necesitara ser recargado, cosa que según sus iluminadas mentes, podría hacerse de forma sencilla gracias a una red de surtidores de uranio que reemplazarían con el paso del tiempo a las típicas estaciones de servicio que todos conocemos.
Aunque Ford era la compañía automovilística más poderosa por entonces y barajó la posibilidad de convertir en una realidad este Nucleon, por suerte todo quedó en un mero proyecto que no llegó a avanzar más allá de un prototipo creado a escala 3:8.
El Ford Nucleon no pasó de una maqueta a escala
El comunicado de prensa original afirmaba que el diseño suponía un futuro en el que los reactores nucleares serían lo suficientemente pequeños como para caber en un automóvil. Cosa que con el paso del tiempo hemos visto que no se ha conseguido. En ese mismo comunicado también se habla sobre las mencionadas estaciones de carga, que lo cierto si que están evolucionando para dar el salto al vehículo eléctrico.