Los semáforos son una herramienta esencial en el control del tráfico en las ciudades y carreteras de todo el mundo. Estos dispositivos se utilizan para regular el flujo de vehículos y peatones en las intersecciones y zonas de alto tráfico, lo que ayuda a prevenir accidentes de tráfico y mejorar la seguridad en las carreteras.
Son la tercera señal con mayor prioridad, únicamente por detrás de los agentes y las señales de balizamiento y circunstanciales. Los semáforos indican quién debe pasar o detenerse, en el caso de un peatón cuándo debe cruzar una calle o en el caso de un conductor cuándo debe esperar porque es el turno de los peatones o cuándo circular.
Sin embargo un ajuste descontrolado puede suponer una ineficacia total y un descontento en los conductores y resto de usuarios.
1Los tipos de semáforos mas establecidos
Los semáforos pueden ser de diferentes tipos según a quién estén indicando el paso, si es a los peatones, a los vehículos o a algún transporte específico. Los semáforos para peatones tienen dibujado en su interior la silueta de un peatón y tienen dos colores: verde y rojo; y dos tipos de posiciones: fija e intermitente. Los semáforos para vehículos tienen tres luces diferentes: verde, amarilla y roja. Además, existen semáforos especiales para ciclistas, autobuses, tranvías o vehículos de emergencia.
Es muy importante respetar la señalización de los semáforos, no dejan de ser una señal de tráfico. Saltarse un semáforo en rojo se sanciona con una multa de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del carnet, si vas en un vehículo a motor. Además, puede provocar un accidente grave con consecuencias fatales.
