En los últimos meses, se ha propagado en redes sociales y distintos medios de comunicación la noticia de que la Dirección General de Tráfico (DGT) estaría multando a los conductores que manejen con el abrigo puesto. Ante la confusión general y la preocupación de muchos conductores, es indispensable aclarar los hechos y detallar en qué consiste esta supuesta infracción y hasta qué punto es cierto que la DGT sanciona esta práctica.
Diversos comentarios en línea han esparcido la voz de que llevar un abrigo grueso al volante podría suponer una infracción. Sin embargo, la DGT no ha establecido una sanción explícita por el acto de conducir con abrigo. Lo que sí promueve es la importancia de mantener una adecuada libertad de movimientos y el correcto uso del cinturón de seguridad. Un abrigo voluminoso podría comprometer ambos, llevando a una conducción menos segura y eficiente.
¿REALMENTE MULTA LA DGT POR CONDUCIR ABRIGADO?
Para entender mejor el asunto, hay que hacer referencia al Reglamento General de Circulación, específicamente al artículo 18, que versa sobre la obligación de los conductores de asegurarse de llevar la movilidad necesaria para realizar todos los movimientos que exige la conducción. Aunque no se menciona los abrigos, la interpretación de este artículo podría llevar a las autoridades a considerar que un abrigo muy grueso limite significativamente esta movilidad.
Sumado a ello, un abrigo demasiado grueso puede impedir el ajuste correcto del cinturón de seguridad. El propio cinturón debe estar en contacto directo con el cuerpo o sobre ropa que no sea muy gruesa, para evitar que, en caso de accidente, no proteja como debería al conductor o pasajeros.
Por último, si bien no figura en ningún manual, el sentido común indica que un exceso de ropa puede afectar a la sensibilidad al manejar los controles del vehículo, desde el volante hasta los pedales. Esto, indirectamente, podría comprometer la seguridad y ser motivo de sanción si se traduce en una conducción temeraria.
¿CÓMO PODEMOS CONDUCIR CORRECTAMENTE EN INVIERNO?
La llegada del invierno y las bajas temperaturas plantean la cuestión de cómo abrigarse adecuadamente para conducir sin riesgo a ser multado. Calentar el vehículo con antelación puede ser una buena práctica, permitiendo así viajar con menos ropa de abrigo y asegurar tanto la movilidad como el correcto uso del cinturón de seguridad antes de iniciar la marcha.
Además, se recomienda contar con un abrigo o prendas adecuadas para la conducción, esto es, que proporcionen calor sin ser excesivamente voluminosas. Incluso, hay en el mercado alternativas de vestuario que son especiales para conductores, que buscan el equilibrio entre abrigo y movilidad.
Por otra parte, el uso de accesorios de calefacción auxiliares, como mantas eléctricas para los asientos o volantes con calefacción, puede ser una solución para aquellos que sufren mucho el frío, pero no desean ver comprometida su capacidad para manejar adecuadamente todos los elementos del coche.
Finalmente, resulta esencial realizar mantenimientos periódicos del vehículo, especialmente en la temporada de invierno, para asegurar que sistemas como la calefacción y el desempañador funcionen correctamente, permitiendo así un ambiente cálido y seguro durante la conducción.
CONSEJOS PRÁCTICOS PARA EVITAR SANCIONES Y CONDUCIR SEGURO
En vista de evitar malentendidos y garantizar una conducción segura, aquí van algunos consejos prácticos que todo conductor debería tener en cuenta, especialmente en los meses más fríos del año. Es primordial ajustar el cinturón de seguridad de manera correcta, asegurándose de que pase por los puntos adecuados del cuerpo y esté lo suficientemente ajustado para ser efectivo.
Otra medida a adoptar es la de probar la movilidad antes de conducir. Antes de iniciar la marcha, es recomendable hacer algunos movimientos básicos, como girar el volante de extremo a extremo o alcanzar todos los controles importantes, para verificar que la ropa no dificulta ninguna de estas acciones.
En el caso de que se requiera llevar capas adicionales de ropa, es importante recordar quitar alguna capa antes de abrochar el cinturón. Esto no solo mejora el ajuste del cinturón sino también permite una mayor movilidad.
SEGURIDAD AL VOLANTE EN CONDICIONES INVERNALES
Además de la vestimenta, hay otros factores clave a tener en cuenta cuando conducimos en invierno. Uno de los principales es la visibilidad. Con las horas de luz reducidas y las posibles inclemencias del tiempo, como niebla o nevadas, es vital asegurarse de que todos los sistemas de iluminación del vehículo funcionen correctamente y de limpiar cualquier resto de hielo o nieve de ventanas y faros antes de partir.
La distancia de frenado es otro aspecto que puede verse comprometido durante esta época del año. Las bajas temperaturas y la posibilidad de hielo en las carreteras incrementan el riesgo de derrape. Por ello, es recomendable aumentar la distancia con respecto al vehículo que va delante, así como moderar la velocidad y realizar movimientos suaves y predecibles al volante.
El estado de los neumáticos también juega un rol crucial. En invierno, si conducimos por zonas donde es común el hielo o la nieve, puede ser obligatorio el uso de neumáticos de invierno o la disposición de cadenas. Estos neumáticos tienen un diseño y una composición especial que mejora el agarre y la tracción en superficies frías y resbaladizas.
En cuanto a la preparación del vehículo, es aconsejable llevar siempre un kit de emergencia para el invierno, que incluya elementos como mantas, guantes, agua, comida no perecedera, una pala y material para proporcionar tracción bajo las ruedas en caso de atasco por nieve o hielo.
EL PAPEL DE LA TECNOLOGÍA EN LA CONDUCCIÓN SEGURA
Hoy día, la tecnología ofrece herramientas adicionales para facilitar la conducción en condiciones adversas. Los sistemas de asistencia al conductor (ADAS, por sus siglas en inglés), como el control de estabilidad y tracción, ayudan a prevenir y corregir deslizamientos y pérdidas de control.
En este sentido, también resultan útiles los sistemas de alerta temprana, como los sensores de lluvia, luz y los sistemas de detección de obstáculos y peatones, los cuales proporcionan información valiosa y ayudan a evitar accidentes en situaciones de visibilidad reducida.
La navegación ha dado pasos agigantados con la incorporación de aplicaciones de GPS que no solo ofrecen la mejor ruta, sino que también alertan sobre el estado del tráfico en tiempo real, ofreciendo la posibilidad de evitar atascos causados por accidentes o condiciones climáticas extremas.
Por último, no se puede obviar la creciente popularidad de los vehículos eléctricos (VE), que presentan diferencias significativas en el comportamiento sobre la carretera en comparación con vehículos de combustión, especialmente referente a la gestión de la autonomía de la batería en temperaturas bajas. Por tanto, es esencial familiarizarse con estos cambios y ajustar la conducción y la estrategia de carga conforme a ellos.
LEGISLACIÓN Y NORMATIVAS DE TRÁFICO ACTUALES
Es de importancia capital estar al corriente de la legislación vigente y las posibles actualizaciones que se realicen en las normativas de tráfico. Esto no solo incluye las reglas relativas a la conducción con abrigo, sino también todas aquellas que tienen que ver con las condiciones invernales y la seguridad vial.
Por ejemplo, las regulaciones sobre circulación en condiciones meteorológicas adversas, como la obligatoriedad de llevar cadenas o neumáticos de invierno en ciertas rutas, pueden variar y es responsabilidad del conductor informarse y cumplir con ellas.
Además, en caso de sanción, es crucial conocer el procedimiento para presentar alegaciones o recursos. Por ello, se recomienda revisar las guías y manuales que la DGT pone a disposición del público, pues estos ofrecen información clara y detallada sobre todas las obligaciones y derechos de los conductores.
En conclusión, la seguridad al volante durante el invierno no se limita únicamente a la cuestión de si llevar abrigo o no, sino que abarca un conjunto de prácticas y conocimientos que van desde la preparación del vehículo hasta el aprovechamiento de la tecnología y el riguroso seguimiento de la normativa actual. Por tanto, una conducción informada y consciente no solo nos permitirá evitar posibles multas, sino que será nuestra mejor aliada para garantizar la seguridad propia y de los demás usuarios de la vía.