La firma del óvalo azul construyó su ilustre Ford GT40 como un auténtico desafío contra la firma del cavallino rampante. No en vano este sensacional automóvil llegó a la vida real para ganar las 24 Horas de Le Mans, como hizo de forma consecutiva en los años 1966, 1967, 1968 y 1969. Ahora los chicos de Carwow han conseguido llevar una versión Mk III a la pista, precisamente para enfrentarlo a las dos generaciones que lo han precedido a lo largo de la historia.
Ese Ford GT40 en concreto está animado por un enorme corazón 4.7 V8 atmosférico. A pesar de todo se conforma con 310 CV de potencia y con 450 Nm de par motor, cifras que apenas deben de mover sus 1.230 kilos de peso. Eso vienen a ser 290 kilos menos de lo que pesa la segunda generación del Ford GT, una criatura que la firma del óvalo azul lanzó al mercado en el año 2005 para conmemorar el centenario de la compañía americana. Fiel al original, este Ford GT esconde en posición central un todopoderoso 5.4 V8 Supercharged que inyecta 557 CV de potencia y 678 Nm de par motor.
La última generación del Ford GT apareció en el año 2017
Tenemos que avanzar hasta el año 2017 para encontrarnos con la tercera generación del Ford GT, una máquina que la firma del óvalo azul desarrolló y construyó con la ayuda de los chicos de Multimatic. Esta criatura reemplazaba sus legendarios motores V8 por un moderno 3.5 V6 EcoBoost que no gustó nada a los apasionados de este ilustre deportivo. A pesar de todo las cifras hablan por sí solas, puesto que genera 656 CV de potencia y 745 Nm de par motor, cifras que apenas deben mover sus 1.485 kilos gracias al uso masivo de la fibra de carbono.
Como te podrás imaginar, la relación peso/potencia del Ford GT más moderno consiguen ganar la partida a sus antepasados. Aunque bien es cierto que la segunda generación consigue mantenerle el tipo en los momentos iniciales de la arrancada. Ahora bien, el clásico Ford GT40 no es capaz de seguir el ritmo, también por intentar salvaguardar la mecánica de este maravilla de valor incalculable que reside en el sensacional Museo Petersen.