El Porsche 356 es uno de los modelos más importantes de la firma de Stuttgart. No en vano, con él comenzó todo, y sin él la historia de Porsche no sería la misma; tanto que los actuales 911 no existirían o no serían como son en la actualidad, ya que la arquitectura de los “nueveonce” está directamente ligada a la de los 356. En resumen: puedes viajar al pasado, eliminar modelos míticos como el 914, el 928 o los 924/944/968, y difícilmente cambiarías la historia, pero si hicieras lo propio con el 356, raro sería que hubiera un 911 tal y como lo conocemos.
Así, el primer Porsche fue el 356/1, que no tenía techo rígido y montaba un motor bóxer de cuatro cilindros en posición central en lugar de trasera. Diseñado por el propio Ferry Porsche y Erwin Komenda, fue un prototipo sobre el que en 1948 comenzaría a fabricarse el Porsche 356/2 en Gmünd, Austria, gracias a la inversión del empresario suizo Rupprecht von Senger.
De aquel 356/2 se fabricaron únicamente 52 ejemplares. El descapotable que ilustra esta información es la unidad número 32, y ha sido puesta a la venta por el especialista DK Engineering en Reino Unido por 3,5 millones de dólares, equivalentes a algo más de tres millones de euros.
Un Porsche 356 nacido el 12 de junio de 1950
A diferencia de muchos otros vehículos de esta época, la historia de este Porsche 356 ha sido completamente documentada a lo largo de su vida. Fue fabricado el 12 de junio de 1950 y entregado a un cliente en Gotemburgo, Suecia. En 1952, lo compró Gert Kaiser, quien disputó con él el Midnattssolsrallyt o Rally del Sol de Medianoche en el Círculo Polar Ártico.
El vehículo tuvo varios propietarios suecos durante los años 50 y 60 antes de ser vendido a un nuevo dueño en Noruega en 1974. Posteriormente se vendió a un coleccionista en California, tras lo cual pasó por varias manos antes de acabar en Reino Unido, ya en 2007 hasta que finalmente llegó a manos del especialista británico DK Engineering el pasado 2023, quien ha puesto a punto el vehículo para que disfrute de una nueva vida a manos de un nuevo propietario.
Una de las peculiaridades de esta primera serie comercial del Porsche 356 es que no hay dos unidades iguales. La fabricación artesanal, el empeño de Ferry Porsche en ir mejorando su creación y la escasez de algunos componentes hizo que prácticamente cada una de las 52 unidades que se construyeron fueran ligeramente diferentes, y eso incluye los motores bóxer de cuatro cilindros derivados del empleado por el Volkswagen Escarabajo, de los que los Porsche 356 montaron varias evoluciones de entre 1,1 y 1,5 litros de cilindrada.
Los Porsche 356 anteriores a los modelos “A”
Así, entre 1948 y 1955 fueron fabricadas las 52 unidades “austriacas” del primitivo Porsche 356. Posteriormente, entre finales de 1955 y 1959 aparecería la Serie A del Porsche 356, fácilmente distinguible del 356/2 por su parabrisas de una sola pieza. Estos modelos llegaron a montar motores de hasta 1,6 litros con una potencia máxima de 60 CV, que son 20 CV más de lo ofrecido por el vehículo mostrado en esta página.
La siguiente serie (Serie B) se fabricaría entre finales de 1959 y 1963, con motores que crecerían hasta los dos litros, y ya para 1964 se introducirían los frenos de disco y los neumáticos radiales Pirelli Cinturato junto con otras modificaciones técnicas, dando lugar a la Serie C, cuyos motores más potentes entregaban 95 CV.
Pero todos estos deseables Porsche 356 tienen un valor claramente menor que el de nuestro protagonista de hoy, ya que a lo largo de toda su vida se fabricaron alrededor de 76.000 unidades, lo que hace que haya un mercado relativamente amplio de estas joyas mecánicas y que el precio de un ejemplar “normal” se mueva entre 35.000 y 350.000 euros, en función de su estado, lo documentado de su historial y sus especificaciones.
Ahora bien, el precio más alto pagado por un Porsche 356 en subasta es de 1.760.000 dólares (equivalentes a 1.617.000 euros), que fue la cifra alcanzada por el Porsche 356 C 1600 SC Cabrio inmortalizado por la estrella del rock Janis Joplin. Subastado en 2015 por RM Sotheby’s en Nueva York, el vehículo logró semejante valor por tratarse en realidad de una pieza icónica de una estrella del rock más que por su valor como clásico, ya que los Porsche 356 que han superado el millón de euros se cuentan con los dedos de una mano.
Así, podemos entender que cualquiera de los escasísimos Porsche 356 anteriores a la Serie A alcance un elevado valor, especialmente si se trata de una unidad bien documentada y en un estado como el del vehículo que se muestra en las imágenes, si bien nos cuesta pensar que verdaderamente esta unidad haya logrado venderse por una cifra superior a los tres millones de euros. Lo que está claro es que el vehículo ya no está entre los coches ofrecidos por DK Engineering y que su nuevo dueño tiene una auténtica joya en su garaje o en su colección.