Los utilitarios eléctricos están calentando motores para convertirse en el gran avance de la industria en un futuro inmediato. Los fabricantes quieren apostar por este segmento con el objetivo de democratizar la movilidad ‘0 emisiones’, pero eso no quiere decir que este concepto sea algo nuevo, cosa que queda demostrada con este Citroën Saxo Electrique, un automóvil que adoptó esta filosofía a finales de los años ’90.
No son muchos quienes conocen la historia del Citroën Saxo Electrique. Ni tampoco la de su alma gemela, el Peugeot 106, puesto que ambos automóviles estuvieron disponibles con una mecánica 100% eléctrica que no ofrecían ninguno de sus adversarios en el segmento utilitario de la época. Y eso les convierte en uno de esos ‘rara avis’ con los que es complejo encontrarse a día de hoy, pero que causan furor entre todos aquellos apasionados y coleccionistas emparejados con el mundo de las ‘0 emisiones’.
Este Citroën Saxo Electrique es mucho más avanzado que un Ami
Sin embargo ahora tienes delante de tus ojos uno de esos Citroën Saxo Electrique, una unidad que fue adquirida en el año 1999 y que durante todo este tiempo ha tenido un único propietario. A pesar de todo, acumula 72.721 kilómetros, que no son pocos para un coche con esta tecnología y que muestra los típicos signos de desgaste que implican sus 25 años de historia.
Tan sencilla es la tecnología que encierra el Citroën Saxo Electrique que sus baterías de níquel-cadmio que equipaba de serie le proporcionaba en su día una autonomía de unos 90 kilómetros. Esta se encargaba de alimentar a su motor eléctrico que estaba refrigerado por aire y que entregaba 20 kW de potencia (27 CV), pudiendo alcanzar una velocidad punta de 90 km/h. Estas cifras dejan en evidencia a criaturas como el Citroën Ami, pero están en clara desventaja con lo que ya ofrece el ‘sencillo’ Citroën ë-C3.
Fue matriculado hace 25 años y tiene más de 72.000 kilómetros
Su vendedor asegura que esas baterías de níquel-cadmio han sido debidamente revisadas, además de que aún le permiten recorrer 60 kilómetros con una única carga. Algo a tener en cuenta por su futuro propietario, que está adquiriendo un vehículo eléctrico con 25 años a sus espaldas, con lo que ello conlleva a todos los niveles.
Estéticamente el Citroën Saxo Electrique es prácticamente calcado a cualquier otro Saxo de la época y equipado con un motor de combustión, salvo por la ausencia de un tubo de escape y por la llegada del puerto de carga ubicado en su aleta delantera derecha. La compañía francesa también introducía retoques en un habitáculo donde vemos un indicador que reemplaza al cuentavueltas y que muestra el estado de carga de su batería. También destacar la ausencia de palanca de cambios.
Webasto firmaba la calefacción de gasolina del Citroën Saxo Electrique
A día de hoy las baterías de un coche eléctrico se encargan de alimentar todos y cada uno de los componentes del vehículo, pero en la época de este Citroën Saxo Electrique todo era muy diferente. Tanto es así que su calefacción estaba firmada por Webasto y formada por un calentador auxiliar alimentado por la gasolina que cabía en un depósito con 12 litros. Con esta tecnología se conservaba la autonomía cuando bajaban las temperaturas. Además, en su dotación de serie encontramos dirección asistida, elevalunas eléctricos, cierre centralizado o airbag para el conductor.
Es el concesionario alemán Sky Automotive quien ha puesto a la venta este Citroën Saxo Electrique, que también puedes encontrar en páginas como eBay o Mobile.de. Ellos están pidiendo 4.850 dólares para poder llevártelo a casa, cuantía muy superior a lo que cuesta uno con el indestructible motor 1.5 D diésel. Ahora bien, ellos aseguran que esta criatura es un “vehículo de colección con un alto potencial de aumento de valor”.
Antes la firma francesa coqueteó con el AX eléctrico
Según se cuenta, del Citroën Saxo Electrique tan solo se llegaron a construir 5.500 unidades, algunas de ellas destinadas a un programa piloto para vehículos eléctricos en Francia. Pero muchas menos se llegaron a fabricar de su antecesor, porque la casa francesa también llegó a coquetear con la electrificación de su legendario Citroën AX. Pero la falta de rentabilidad acabaron con el proyecto casi antes de comenzar.