El dióxido de carbono (CO2), aunque inofensivo para la salud humana, se ha convertido en un protagonista central en las iniciativas medioambientales. Con el transporte siendo responsable de una parte significativa de las emisiones de CO2, las regulaciones buscan limitar tanto la cantidad emitida por los vehículos como la circulación de los más contaminantes en áreas urbanas. Exploraremos los límites establecidos y las implicaciones para los conductores.
1Regulaciones europeas: de la Euro 6D a la Euro 7
La normativa Euro 6d, en vigor desde 2020, establece límites más estrictos para las emisiones de CO2 de los vehículos nuevos. Con valores máximos de 120 y 90 gramos por kilómetro para diésel y gasolina, respectivamente, la norma también impone un límite promedio de 95 gramos de CO2 por kilómetro para los fabricantes. Las multas significativas se aplican por cada gramo de exceso, fomentando la reducción de emisiones y la adopción de tecnologías más limpias.
Hasta el año 2035, la transición hacia la prohibición de la venta de automóviles nuevos con motores de combustión continuará. La Euro 7, programada para 2025, introducirá estándares más estrictos, y los vehículos tendrán que reducir sus emisiones en un 55% para 2030. Este camino hacia la electrificación del parque automovilístico es una respuesta a la urgencia de abordar el cambio climático.
