A pesar de su apariencia poco convencional, el Toyota C-HR es un polivalente “de manual”; uno de esos vehículos perfectos para el día a día que son capaces de desenvolverse en todo tipo de entornos sin mostrar apenas flaquezas y destacando en aspectos clave como son hoy en día los consumos y las emisiones.
Y es que el Toyota C-HR se ha vendido como churros en toda Europa, y muy especialmente en España. Los responsables de Toyota no tienen reparos en confesarnos que el éxito de la primera generación les pilló por sorpresa hasta a ellos, y las últimas unidades de esa primera entrega se las han quitado de las manos, cuando lo habitual es tener que hacer promociones para deshacerse del stock ante la llegada del sustituto.
¿Qué tiene el Toyota C-HR para gustar tanto? Es difícil de decir y va a depender de a quién le preguntes, incluso si hablas con gente de Toyota, con compañeros de profesión o incluso con clientes. Pero lo cierto es que si algo tiene este “Coupé High Rider” tanto en su primera generación como en esta nueva iteración es que no deja indiferente a nadie.
La clave del Toyota C-HR: No tiene apenas puntos débiles
Desde nuestro punto de vista y después de haberle hecho más de un millar de kilómetros por todo tipo de escenarios, lo cierto es que lo mejor del Toyota C-HR es que apenas tiene flaquezas. No hay nada suficientemente negativo para descartarlo como tu automóvil de uso diario, y sí hay varios aspectos que pueden hacer que te enamores de él.
Posiblemente no habrá un flechazo; te irá seduciendo poco a poco cuando te toque rellenar su pequeño depósito y te des cuenta de que has gastado poco más de cinco litros a los 100 kilómetros sin haber puesto especial cuidado. O quizás lo que más te enganche sea el hecho de poder moverte con él por ciudad, en carretera e incluso ocasionalmente por algún camino sin que en ningún momento eches de menos tener otro vehículo más manejable, más cómodo o más “lo que sea”, porque esa versatilidad del Toyota C-HR es realmente difícil de encontrar.
Dicho esto, para que haya verdadero amor entre tu Toyota C-HR y tú, es clave dar con la versión correcta. De entrada, hay cuatro sistemas de propulsión que encajan con cuatro diferentes perfiles de usuario. En nuestro caso conducimos el más universal 140H, el híbrido menos potente. No destaca por sus prestaciones ni lo pretende, pero ofrece suficiente empuje como llevarte al ritmo del tráfico de un lugar a otro.
El acabado Active del Toyota C-HR es más que suficiente
Llevas la minúscula palanca del cambio a la posición ‘D’, pones el pie derecho sobre el acelerador y todo fluye. Si no eres un obseso del equipamiento, puedes conformarte perfectamente con el acabado básico Active, que tiene acceso sin llave, climatizador bi-zona, GPS, faros LED con largas automáticas, cuadro digital, llantas de aluminio de 17’’, pintura metalizada negra y un sinfín de sistemas de ayuda a la conducción, todo ello desde 31.750 euros.
Dicho esto, si te gusta ir ágil necesitas, sí o sí, subir un escalón a la versión 200H, cuyo sistema híbrido ofrece 196 CV en lugar de 140. No vas a encontrar unas prestaciones explosivas porque el objetivo de Toyota no es ofrecértelas, sino seguir manteniendo unos consumos extraordinariamente bajos, pero sí tendrás un poco más de empuje cuando la ocasión lo requiera.
Delante es un coche cómodo en largos desplazamientos; sus asientos sujetan bien el cuerpo y permiten llevar una postura relajada, con la cadera bastante elevada respecto al piso. El grueso y adelantado pilar C junto con la elevada línea de cintura dejan unas ventanas muy pequeñas, a pesar de lo cual atrás hay más espacio de lo que parece.
Eso sí, el motor más potente obliga también a subir de equipamiento hasta el acabado Advance, que te permitirá disfrutar de llantas de 18’’, prácticos sensores de aparcamiento tanto delanteros como traseros y algún otro detalle a cambio de subir la factura a los 35.000 euros.
Una tercera configuración combina el sistema de propulsión híbrido de 196 CV con la tracción total, que se logra sencillamente añadiendo un motor eléctrico de 41 CV al puente trasero. La pega es que, además del motor más potente, hay que optar por el equipamiento GR Sport, con lo que la factura sube hasta los 40.500 euros y las llantas pasan a ser de 19’’, lo que hace que la versión más indicada para salir del asfalto o circular por carreteras nevadas sea la que lleva las ruedas menos adecuadas para hacerlo.
Finalmente, esta nueva iteración del Toyota C‑HR está disponible con un sistema de propulsión híbrido enchufable ideal para quien pueda cargar el coche en su casa a diario y/o quiera disfrutar de las ventajas de la etiqueta Cero… desde 43.000 euros. Así que si eres del amplio perfil de usuarios al que le vale el híbrido básico, disfrutarás de un automóvil redondo que se ofrece a un precio razonable.
En marcha con el Toyota C-HR
A pesar de lo que pueda imponer inicialmente su apariencia futurista, el Toyota C‑HR es sencillo de conducir, y resulta fácil sentirse cómodo desde el primer momento en el que te sientas a sus mandos. La dirección ofrece un tacto muy agradable, con la asistencia perfecta y una desmultiplicación bastante directa. Las suspensiones son cómodas pero contienen adecuadamente las oscilaciones de la carrocería, los frenos ofrecen un buen mordiente, sin una transición perceptible entre la frenada regenerativa y la hidráulica, y sólo la configuración del cuadro de instrumentos requiere un cierto periodo de aprendizaje.
Quienes no estén habituados a los híbridos de Toyota o a las transmisiones de relaciones continuamente variables, tendrán también que hacerse al intenso sonido de régimen constante del motor durante las aceleraciones, un ‘mal necesario’ de un sistema motriz nacido hace ya más de un cuarto de siglo con la primera generación del revolucionario Prius. Personalmente, no es un sonido que me moleste, pero reconozco que no incita a exprimir las prestaciones de este Toyota C-HR; este SUV compacto sin apenas flaquezas y con poderosos argumentos para enamorarse de él.
A pesar de su fama de “coche pequeño”, este Toyota C-HR ofrece nada menos que 388 litros en su maletero.
Ficha técnica del Toyota C-HR
Motor | 140H |
Disposición | Delantero transversal |
N.º de cilindros / válvulas | 4, en línea / 16 |
Cilindrada (cm3) | 1.798 |
Alimentación | Inyección directa de gasolina |
Potencia máxima / rpm | 98 CV / 5.200 |
Par máximo / rpm | 142 Nm / 3.600 |
Motor eléctrico | |
Potencia máxima | 70 kW (95 CV) |
Par máximo | 185 Nm (18,9 mkg) |
Bateria | |
Tipo / Capacidad | Iones de litio / 0,85 kWh |
Sistema híbrido | |
Potencia conjunta / Par máx. | 140CV / N. D. |
Transmisión | |
Tracción | Delantera |
Caja de cambios | Automática, e-CVT |
Dirección y frenos | |
Dirección | De cremallera, asistencia eléctrica |
Vueltas de volante (entre topes) | 2,6 |
Diámetro de giro (m) | 11,6 |
Frenos (delanteros / traseros) | Discos vent. /Discos |
Suspensión | |
Delantera | Independiente |
Trasera | Independiente |
Ruedas | |
Neumáticos | 225/55 R18 98V |
Marca | Falken ZE310 Ecorun |
Dimensiones y capacidades | |
Peso en orden de marcha (kg) | 1.510 |
Largo / Ancho / Alto (mm) | 4.362 / 1.832 / 1.558 |
Capacidad del maletero (l) | 388 |
Capacidad del depósito (l) | 43 |
Prestaciones* y consumos del Toyota C-HR
Velocidad máxima | 170 km/h |
Aceleración (en segundos) | |
400 m salida parada | 17,4 |
1.000 m salida parada | 33,2 |
De 0 a 50 km/h | 3,5 |
De 0 a 100 km/h (oficial) | 10,5 (10,2) |
Recorriendo (metros) | 172 |
Recuperación (en segundos) | |
400 m desde 40 km/h en D | 15,35 |
1.000 m desde 40 km/h en D | 30,47 |
De 80 a 120 km/h en D | 8,48 |
Recorriendo (metros) | 240 |
Error de velocímetro a 100 km/h | + 3% |
Frenadas (en metros) | |
Desde 60 / 100 / 120 km/h | 16,1 / 45,4 / 60,0 |
Sonoridad (en decibelios) | |
A 60 km/h / A 100 km/h / A 120 km/h | 57,6 / 61,3 / 65,2 |
Consumos | l/100 km |
Ciudad A 22,0 km/h de promedio | 4,9 |
Carretera A 90 km/h de crucero | 5,4 |
Autopista A 120 km/h de crucero | 6,5 |
Consumo medio (Porcentaje de uso 30 % urbano; 50 % autovía; 20 % carretera) | 5,1 |
Autonomía media | |
Kilómetros recorridos | 843 |
Consumos oficiales | |
Combinado WLTP | 4,7 |