El Kimera EVO38 es un superdeportivo difícil de definir. El segundo modelo de Kimera vuelve a reinterpretar las líneas maestras del Lancia 037, pero en este caso ya no estamos ante un restomod extremo construido sobre remozados chasis de Lancia Beta Montecarlo, sino en un automóvil diseñado sin compromisos con la idea de responder a una pregunta que todo aficionado al automóvil y al deporte del motor se ha hecho alguna vez:
“¿Qué hubiera pasado si la línea genealógica del más icónico y exitoso deportivo fabricado en Turín entre 1978 y 1992 no se hubiera interrumpido?” Este es el punto de partida del Kimera EVO38, un superdeportivo de estética neo-retro cuya inspiración son los Grupo B y los Grupo A de rallys de los años 80 y 90, con modelos tan icónicos como el mencionado Lancia 037 o el Delta S4 entre los primeros y el Lancia Delta Integrale entre los Grupo A. Y es que aunque la estética del Kimera EVO38 copia las líneas del Lancia 037, lo cierto es que tiene más relación con sus sucesores, ya que se trata de un superdeportivo de tracción total.
Tracción integral para el Kimera EVO38
El Kimera EVO38 se define como un automóvil “puro, analógico”, perteneciente a una estirpe de “coches físicos y mecánicos, forjados por el talento creativo, la artesanía, las habilidades manuales prácticas y la sensibilidad humana irremplazable”.
La firma italiana señala que no se trata de un restomod, como el EVO37, y asegura que se producirá en una serie limitada a 38 unidades (a juego con su nombre), manteniendo la exclusividad del EVO37, del que solamente se han producido 37 unidades.
Pero quizá lo más llamativo del Kimera EVO38 sea el uso de un sistema de tracción total permanente inspirado en el empleado por los vehículos de rallys, basado en un moderno y complejo sistema de control de reparto de par (tanto interaxial como entre las ruedas de cada eje) mediante diferenciales bloqueables electrohidráulicamente.
Este sistema, inspirado en el empleado por los World Rally Cars más vanguardistas de principios de los años 2000, permite elegir el reglaje de los diferenciales directamente desde el puesto de conducción, ofreciendo al conductor la posibilidad de gestionar el porcentaje de tracción repartido entre las ruedas delanteras y traseras, así como la posibilidad de gestionar el grado de bloqueo de cada diferencial. Esta solución permite además desconectar por completo el diferencial delantero para disponer de un coche de tracción puramente trasera, como el EVO37.
El Kimera EVO38 cuenta con suspensiones revolucionarias
También desde el interior del habitáculo, y en particular mediante mandos en el volante, será posible regular la configuración de la suspensión gracias al uso de amortiguadores motorizados y de un sistema de elevación que permitirá adaptar la distancia del vehículo al suelo para adecuarlo a condiciones distintas a las de la conducción normal en carretera y permitir así disfrutar de este Kimera EVO38 por pistas de tierra o carreteras nevadas.
Y ya que hablamos de las suspensiones, para el eje delantero se ha recurrido a un esquema push-rod, con los elementos elásticos integrados en el conjunto de masas suspendidas, algo habitual en los monoplazas de competición pero no tan frecuente en los automóviles de calle, por muy deportivos que sean. Por su parte, para el puente trasero se recurre a un esquema heredado de algunos de los coches de grupo B de los años 80, con un amortiguador en posición central flanqueado por dos muelles.
La caja de cambios sigue siendo manual secuencial, de 6 velocidades, pero con una relación de transmisión acortada respecto al EVO37, confirmando la vocación del superdeportivo italiano como un vehículo pensado para ser disfrutado en carreteras reviradas más que en rápidos circuitos.
La lucha contra el peso del Kimera EVO38
A pesar de la presencia de la tracción total, Kimera ha buscado mantener el peso a raya, en el entorno de los 1.100 kg, que es lo que pesa el EVO37, desprovisto de la transmisión delantera. Para compensar esta masa adicional, se ha incrementado el uso de fibra de carbono y titanio, lo que repercute en un importante aligeramiento del chasis, la mecánica, todos los sistemas del vehículo y la carrocería.
Por otro lado, la potencia del motor ha aumentado, alcanzando el umbral de los 600 CV gracias al uso de un turbocompresor más grande que funcionará siempre en combinación con el compresor volumétrico, ayudado por una gestión electrónica más evolucionada.
Así, el motor del Kimera EVO38 es un 2.2 tetracilíndrico basado en el bloque original del Lancia 037, diseñado por el ex ingeniero de Ferrari Aurelio Lampredi para Fiat y Lancia, caracterizado por su doble árbol de levas en culata (tanto en las versiones de dos válvulas por cilindro como en las quattrovalvole) y empleado tanto en numerosos vehículos de calle (Seat incluidos) como en competición entre 1966 y el año 2000.
El embrague está accionado por una electroválvula para mejorar su rapidez y fiabilidad, y además del turbocompresor y la gestión de la ECU, el motor Lampredi del Kimera EVO38 ha recibido nuevos árboles de levas, válvulas y muelles que le permiten girar más rápido.
Con todo ello, este 2.2 promete entregar no sólo 95 CV más que su predecesor, sino también una generosa cifra de par máximo, que ronda los 580 Nm y que promete estar disponible desde bajas revoluciones. Además, podrá disponer de una línea de escape directa.
El Kimera EVO38 se mostrará al público por primera vez en el próximo Salón Internacional del Automóvil de Ginebra, que se celebrará entre el 26 de febrero y el 3 de marzo. Allí, el superdeportivo italiano promete acaparar la atención del público con un estand que albergará los coches legendarios en los que se ha inspirado y a los que rinde homenaje. Cabe recordar que la feria suiza promete contar con una representación muy escasa por parte de los fabricantes tradicionales, lo que puede jugar a favor de la firma italiana a la hora de atraer la atención hacia su Kimera EVO38.
Ah, sí, el precio. En realidad, no se sabe nada, pero teniendo en cuenta que el EVO37 se vendía por algo más de medio millón de euros (personalización aparte), no nos extrañaría que el Kimera EVO38, más potente y tecnológicamente más avanzado, se situara cerca del millón de euros.