El Lamborghini LM002 es uno de los automóviles más singulares del mercado. Fabricado entre 1986 y 1993, fue el primer todoterreno de altas prestaciones jamás construido, 11 años antes de que Mercedes fabricara su primera generación del Clase M, 13 años de que apareciera el BMW X5, y 16 años antes de que Porsche comenzara a comercializar el Cayenne.
Recientemente, Hagerty ha publicado un vídeo en el que revela algunos detalles de su historia, y ya sólo por eso y por las fantásticas imágenes que incluye merece la pena dedicarle unos minutos (lo tienes incrustado justo bajo estas líneas). Pero si bien el canal de la aseguradora norteamericana se centra en la parte económica y la viabilidad del negocio, nosotros vamos aprovechar para hablar del Lamborghini LM002 desde otra perspectiva.
¿Qué es el Lamborghini LM002?
De entrada, definir el Lamborghini LM002 no es sencillo. No había en la época nada ni remotamente parecido, y posteriormente no ha habido nada similar tampoco. Y es que este gigantesco pick up de doble cabina combina un chasis tubular con suspensiones independientes de largo recorrido y un musculoso motor V12 –tomado del Lamborghini Countach– en la parte delantera.
Lo más parecido que podrías comprar a día de hoy sería un Prodrive Hunter, la versión de calle del coche de raids con el que Sébastien Loeb intenta año tras año lograr la victoria en un rally Dakar que se le resiste sistemáticamente, porque cualquier otro todoterreno de altas prestaciones en el que estés pensando tendrá una carrocería monocasco (Jeep Grand Cherokee SRT, por ejemplo), un chasis de largueros con un eje trasero rígido (Ford F-150, Bronco o Ranger Raptor) y, en general, muy poco que ver con el singular Lamborghini LM002.
El vehículo –cuyo nombre proviene de la familia Lamborghini Militaria a la que pertenece– fue fabricado para rentabilizar un proyecto de todoterreno militar fallido (LM001) que Lamborghini había desarrollado. En aquella época, la empresa era propiedad de los hermanos Jean-Claude y Patrick Mimran, quienes en 1987 venderían la compañía a Chrysler, no sin antes pensar que un musculoso todoterreno de lujo podría ser un gran negocio.
Dicho y hecho, el Lamborghini LM002 fue presentado en el Salón del Automóvil de Bruselas en 1986, con un lujoso interior y una impresionante estampa en la que mucho tenían que ver sus enormes neumáticos Pirelli Scorpion con tecnología run-flat desarrollados para la ocasión.
Finalmente, se fabricaron 328 unidades de este monstruoso 4×4, casi todas ellas dotadas de un motor V12 5.2 de 455 CV, si bien algunas recurrieron a un todavía más potente V12 de origen náutico de 7,2 litros. Cabe destacar que el carrocero español Irizar fabricaba los paneles de la carrocería del Lamborghini LM002 en su factoría de Ormaiztegi (Guipúzcoa), desde donde se enviaban a Sant’Agata Bolognese.
El Lamborghini LM002 a día de hoy
En su momento, este gigantesco todoterreno de 2,7 toneladas fue duramente criticado por buena parte de una prensa especializada que nunca se molestó en intentar entender su contexto y que rápidamente recurrió a los manidos tópicos de la excentricidad, los caprichos de los nuevos ricos y otros clichés en la misma línea.
Hoy, sin embargo, los verdaderos amantes del mundo del automóvil entienden que fue un vehículo único, un concepto nuevo y una atrevida propuesta que es además fuertemente deseada por los coleccionistas. A día de hoy, los Lamborghini LM002 se cotizan por encima de los 300.000 euros. De hecho, la última unidad subastada alcanzó un precio de 345.000 euros en el reciente evento que Bonhams celebró el pasado febrero en el Grand Palais Éphémère de París. Se trata, por cierto, de la unidad cuya foto puedes ver justo sobre estas líneas.
Esta unidad del Lamborghini LM002 es un buen ejemplo de lo deseados que son a día de hoy estos vehículos, pero no es la más cara vendida en subasta. Ese honor le corresponde a uno de los 60 vehículos de una última serie construida especialmente para el mercado norteamericano, subastado en 2017 en Nueva York por RM Sotheby’s por un valor de 467.000 dólares, equivalentes a algo más de 430.000 euros; no está mal para un vehículo que en 1990 fue adquirido, nuevo, por 158.000 dólares (poco más de 145.000 euros).