La labor de vigilancia y control del tráfico por parte de la Dirección General de Tráfico (DGT) incluye diversas herramientas, entre las cuales destacan los radares móviles de la Guardia Civil de Tráfico. Estos vehículos camuflados son una de las estrategias utilizadas por las autoridades para detectar infracciones sin ser fácilmente identificados por los conductores. Pero, ¿cómo son por dentro estos radares móviles y qué dispositivos utilizan para llevar a cabo su función?
1Los dispositivos del interior de un radar de la Guardia Civil
En el interior de un radar móvil de la Guardia Civil de Tráfico nos encontramos con una serie de dispositivos que permiten a los agentes llevar a cabo su labor de control del tráfico de manera eficiente. En primer lugar, estos vehículos cuentan con conexión a internet y sistemas de comunicación vía satélite que aseguran una constante comunicación con la central, permitiendo así una coordinación efectiva durante las operaciones.
Además, uno de los elementos más importantes es el radar con cámara de caja voluminosa, instalado sobre el salpicadero. Este radar, conectado a un ordenador, permite la detección de vehículos que superan los límites de velocidad establecidos, así como la captura de imágenes que son utilizadas como prueba en el proceso de sanción. También, la cámara incorpora un lector de matrícula que facilita la identificación de vehículos robados o sin seguro.
Por último, los vehículos camuflados están equipados con paneles de iluminación que alertan a los conductores de la presencia del radar, así como señales de emergencia visibles a larga distancia para garantizar la seguridad en la carretera. Es importante destacar que todos estos dispositivos deben cumplir con los estándares de homologación para que las sanciones sean válidas.