Te harán falta los dedos de las dos manos para contabilizar el número de marcas que han dejado de desarrollar, fabricar y comercializar vehículos con motores diésel. Y a todas ellas ahora deberás de sumar la compañía sueca Volvo, porque de sus instalaciones ya ha salido el último vehículo con un motor diésel tras 45 años de estrecha relación con dicho carburante.
La firma sueca aprovechó la Semana del Clima de Nueva York celebrada el pasado año para anunciar que dejaría de fabricar vehículos con motores diésel con el objetivo de centrarse en la electrificación pura y dura. Y doce meses más tarde ha sido fabricado en su planta de Torslanda, Suecia, este Volvo XC90, el último Volvo de la historia con un motor diésel bajo su capó delantero.
El primer Volvo diésel data del año 1979
Sin embargo, la casa sueca comenzó a despedirse de esta tecnología estrenada en sus vehículos en el año 1979 mucho antes. Tanto es así que el pasado mes de febrero la planta que Volvo tiene en Gante, Bélgica, también se despedía de la era diésel con un Volvo V60.
Volvo ha confirmado que este particular XC90 irá directo al museo que la compañía sueca tiene en Gotemburgo, donde se va a convertir en toda una pieza de colección que dará buena cuenta de una larga historia de éxitos que como hemos dicho, arrancó hace 45 años, cuando la casa sueca lanzaba al mercado su primer vehículo diésel, que en realidad fue anunciado al mundo entero un año antes (1978) en el Salón del Automóvil de París. Aquel no era otro que un Volvo 244 GL D6, una berlina que empleaba un corazón atmosférico de 2,4 litros y seis cilindros en línea, el cual se conformaba con generar 82 CV de potencia. Lo particular de este bloque es que no era de desarrollo propio, sino que se lo pedían prestado a Volkswagen Audi.
Aquella tecnología rompía esquemas por entonces, porque los motores diésel en Europa estaban prácticamente limitados entre taxistas y conductores que recorrían largas distancias. Sin embargo, la popularidad de esta tecnología hizo que se convirtieran en piezas clave para la gran mayoría de las marcas. Y Volvo no la abandonó en ningún momento.
Incluso llegaron a combinar sus motores diésel con la electrificación
También porque entre los años 2012 y 2016, los vehículos diésel representaban la mitad de las ventas globales de Volvo. De ahí que desde 1991 la casa sueca asegure que ha ensamblado más de 9 millones de vehículos diésel, entre los que destacan los V60 Plug-In Hybrid, que combinaban un corazón diésel con una parte electrificada para crear uno de los vehículos más eficientes del momento. Pues se lanzó al mercado en el año 2012.
Por entonces Volvo ya daba buena cuenta de su conversión a la electricidad, pues se ha convertido en uno de los fabricantes que más están apostando por esta tecnología, por otra parte clave para su futuro. Y es que hay que recordar que las ventas de sus vehículos eléctricos han aumentado un 70% en el año 2023, de la misma manera que su participación en el mercado eléctrico a nivel mundial se ha incrementado en un 34%. Pero el objetivo de Volvo es ser una marca 100% eléctrica, la cual también alcanzará las cero emisiones netas en el año 2040.