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Consejos de mantenimiento y seguridad para tus neumáticos

Los coches tienen cada vez más elementos de seguridad que ayudan a prevenir accidentes, pero al final lo que nos mantiene en contacto con el asfalto son las ruedas. A pesar de ello, no siempre las mantenemos como es debido. Por eso, hemos hablado con La boutique del neumático, una empresa de neumáticos antequera, desde la que nos han dado una serie de consejos con el fin de que nos duren más y evitar que se nos rompan en el peor momento.

Revisar la presión de las ruedas con asiduidad

Mantener bien los neumáticos es muy sencillo. Lo principal es que lleven las presiones correctas, que son las que nos indica el fabricante atendiendo a las condiciones en las que circulamos.

Actualmente, casi todos los coches traen sensores de presión a los que hemos de hacer caso. Si nuestro coche no los tiene, lo mejor es revisar las presiones todas las semanas en una gasolinera o con un compresor propio.

Tener la dirección bien alineada

Siempre que cambiamos los neumáticos, los amortiguadores o llevan a cabo cualquier intervención que afecta a la dirección, esta debe ser alineada con una máquina láser.

Esto consigue que los neumáticos vayan paralelos, dentro de unos valores que dependen de nuestro coche, y nos asegura un desgaste igual en las ruedas de la dirección.

De no alinear la dirección, notaremos vibraciones en vías de alta velocidad y las ruedas se desgastarán de manera desigual, provocando ruidos, temblores, etc.

Esa alineación nos la pueden hacer en La boutique del neumático, donde su equipo de expertos nos soluciona cualquier problema con el coche. Están especializados en neumáticos, mecánica rápida y mantenimiento. Nos arreglan un pinchazo, nos cambian los discos, la suspensión, se encargan del paralelo de la dirección o incluso de hacer el mantenimiento que le toque a nuestro coche.

Cambiarlos cada cierto tiempo

En ocasiones, los clientes de esta empresa de neumáticos antequera se extrañan cuando los mecánicos les recomiendan cambiar las ruedas pese a que no están tan desgastadas como para justificar su sustitución.

La razón es que se han cristalizado, un fenómeno que se da cuando las ruedas ya tienen muchos años. La goma se endurece y no se desgasta, lo cual puede parecer una ventaja, aunque en realidad es un peligro.

Estamos ante una goma que no agarra, por lo que lo mejor es cambiar las ruedas en cuanto los mecánicos se dan cuenta.

Revisar el dibujo

El dibujo que tiene el neumático hace una labor fundamental, la cual consiste en expulsar el agua de la banda de rodadura. De ese modo, la rueda mantiene la tracción incluso en las peores condiciones, como cuando llueve de manera torrencial.

Todas las ruedas llevan unos testigos en el dibujo, y si se alcanzan hay que ir al taller a que nos pongan unas nuevas. El motivo, además de la denuncia si nos paran las autoridades, es que nos podemos salir de la carretera si conducimos con lluvia.

De hecho, conviene no apurar demasiado y sustituir las ruedas en cuanto nos demos cuenta de que los testigos se están aproximando a la superficie de la banda de rodadura.