Europa, cuna de una diversidad cultural sin paralelo y rica en historia, también se destaca por su compromiso inquebrantable con la seguridad vial. En esta travesía por el continente, nos adentramos en un análisis exhaustivo de las estrategias de control vial adoptadas por algunos de sus países más destacados, donde los radares de tráfico desempeñan un papel fundamental en la preservación de vidas y la reducción de accidentes.
Según los datos más recientes proporcionados por la web especializada ‘SCDB.info’, varios países europeos han adoptado una estrategia contundente para mejorar la seguridad vial, enfocándose en la implementación amplia de radares de velocidad en sus redes viales. Esta medida responde a la creciente preocupación por reducir accidentes de tráfico y promover conductas más seguras al volante.
1La omnipresencia de los radares en las carreteras Italianas
Con una impresionante cifra de 11.238 radares de velocidad, Italia se alza como el coloso indiscutible en Europa en términos de dispositivos de control de tráfico. Este número astronómico representa el 17% del total de radares instalados en toda Europa, abarcando desde radares fijos hasta sistemas de tramo y cámaras ubicadas en semáforos. La densidad de esta red de radares en Italia refleja los esfuerzos continuos del país por mejorar la seguridad en sus carreteras y disminuir las alarmantes tasas de accidentes y mortalidad vial.
El gobierno italiano ha adoptado una política de «tolerancia cero» hacia el exceso de velocidad, evidenciada por la estratégica colocación de los radares en puntos críticos de alta incidencia de accidentes. Además, las multas derivadas de estas infracciones constituyen una fuente significativa de ingresos, que se reinvierten en programas de seguridad vial y mantenimiento de carreteras.