La Dirección General de Tráfico (DGT) tiene activada esta semana una nueva campaña de control en la que vigilará especialmente que los conductores cumplen las normas al circular por los tramos de obras de las carreteras.
En 2023 se produjeron un total de 131 siniestros de tráfico relacionados con los trabajos de obras de mantenimiento y conservación en las carreteras. En 21 de ellos resultaron implicados operarios que trabajaban o caminaban por la calzada o por sus inmediaciones (peatones), mientras que los otros 110 implicaron a operarios de conservación y mantenimiento dentro de sus vehículos, según los datos provisionales del Registro Nacional de Víctimas de Accidentes de Tráfico de la DGT.
Estas cifras han motivado que la DGT realice una campaña especial en la que se implicarán los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia y Civil y las policías autonómicas y en la que la vigilancia se centrará especialmente en las obras en todo tipo de carreteras interurbanas que afecten a la calzada y/o modifiquen el trazado de los carriles, incluidos tramos en túnel.
Los agentes se fijarán sobre todo en el cumplimiento de los límites establecidos para esos tramos de obras, uno de los principales factores de siniestralidad mortal de los operarios que trabajan en las vías de circulación abiertas al tráfico.
En concreto, vigilarán la velocidad inadecuada, las distracciones o los adelantamientos indebidos realizados por los conductores en estos tramos de obras con el objetivo de contribuir a reducir los comportamientos que implican riesgos.
Según los estudios, la mayoría de los siniestros en las obras de mantenimiento de las vías son atropellos, que se producen en su mayor parte por vehículos ajenos a la propia obra o mientras se procede a la señalización de esas obras. Además, el factor más influyente en este tipo de accidentes es la velocidad.
La DGT advierte de las obras de diferentes maneras
De media, cada día se realizan 500 obras en diferentes puntos de las carreteras, lo que generan al año más de 100.000 incidencias de gestión de tráfico, que se traducen en cortes de tráfico, estrechamiento de carriles, desvíos que hay que señalizar, señala la DGT.
La señalización en los tramos de obras ordena el tráfico adaptándolo a las nuevas circunstancias de la vía y adapta la circulación a la presencia de operarios trabajando en la calzada para su mejor protección.
La correcta señalización en estos casos es especialmente importante ya que deben ofrecer a los conductores la mayor información posible que les permita adaptar su conducción a las circunstancias de cada caso.
«La implantación y colocación de dichas señales es una de las labores más peligrosas para los operarios de carreteras, por cuanto constituye un elemento sorpresa para los conductores que no tienen preaviso», ha explicado la DGT.
Por eso, las autoridades competentes, se han propuesto además aumentar la seguridad de las vías con “la advertencia en tiempo real de la proximidad a obras en ejecución” a través de los paneles luminosos informativos.