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Volvo EX90, el primer coche con ‘pasaporte’ de baterías

Volvo se prepara para revolucionar el mercado de los vehículos eléctricos con la introducción del primer pasaporte de baterías del mundo. Este innovador documento se implementará en el nuevo SUV totalmente eléctrico el EX90, su buque insignia, que llegará a Europa y Estados Unidos a finales de año.

El pasaporte de baterías se incorporará en el EX90 mediante un código QR que aparecerá situado en un lateral del vehículo. A través de este documento digital, los clientes podrán acceder a información detallada sobre el origen de las materias primas utilizadas en la fabricación de la batería del coche. Esto incluye datos sobre la presencia de cobalto, níquel, grafito y otros materiales reciclados, así como las emisiones de dióxido de carbono generadas durante la fabricación y el país de origen del vehículo.

En cierto modo es una trazabilidad de la evolución durante todo su proceso de vida y producción del modelo sueco. Algo en lo que, por ejemplo, Polestar -la marca que nació de la mano de Volvo- lleva tiempo trabajando y publicando todos los datos de emisiones de sus coches. En concreto, el Polestar 4 es el coche más sostenible de la compañía sueca de modelos eléctricos tal y como la firma publicita en un informe que es público.

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El Volvo EX90 llega a final de año

El EX90 de Volvo, que se fabricará en Carolina del Sur, promete una autonomía completamente eléctrica de 600 kilómetros y una capacidad en su interior de hasta siete plazas. Este modelo, que Volvo espera sea su próximo buque insignia, estará disponible en España en el último trimestre de este año con un precio inicial de aproximadamente 83.000 euros.

Con esta implementación de los pasaportes de baterías por parte de Volvo, la marca sueca se adelanta a la normativa de la Unión Europea, que hará obligatorios estos documentos a partir de febrero de 2027. Asi, Volvo busca demostrar transparencia y compromiso con las regulaciones comunitarias, al mismo tiempo que refuerza su ambición de convertirse en una empresa totalmente eléctrica para 2030.

A pesar de este avance que demuestra que la marca sueca siempre está muy centrada en avances medioambientales, las acciones de Volvo experimentaron una caída de más del 2 por ciento el día del anuncio en la Bolsa de Valores de Estocolmo, cotizando cerca de las 279 coronas suecas (aproximadamente 24,5 euros por acción). No obstante, desde principios de año, la capitalización de la empresa ha aumentado más del 7 por ciento, lo que refleja un crecimiento sostenido y una respuesta positiva del mercado a sus iniciativas y proyectos futuros.