El tráfico en los núcleos urbanos puede llegar a ser desesperante. ¿Quién no ha pasado una eternidad esperando a que el semáforo se ponga en verde? Los semáforos, diseñados para evitar el caos en las calles, a veces parecen hacerlo peor. Google ha decidido intervenir y demostrar que estos sistemas pueden funcionar mucho mejor.
1El problema de la sincronización de los semáforos
La sincronización de los semáforos es un tema que ha generado debates durante años. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha intentado, con diversos grados de éxito, manejar este problema. Sin embargo, Google, con su Project Green Light, busca optimizar el funcionamiento de los semáforos utilizando datos recopilados de los conductores y sus vehículos.
En 2021, un estudio de Inrix citado por The Wall Street Journal reveló que los conductores en Estados Unidos pasan el 10% de su tiempo de viaje parados en semáforos. Este tiempo no solo provoca frustración, sino que también aumenta las emisiones de gases contaminantes. En las intersecciones, la polución puede ser hasta un 29% más alta que en las carreteras interurbanas.