El tacógrafo es un dispositivo que ha sido fundamental para la seguridad y la regulación del transporte por carretera desde su invención. Introducido por primera vez en la década de 1950, el tacógrafo mecánico registraba la velocidad y los tiempos de conducción y descanso de los conductores de vehículos comerciales en discos de papel.
Con el tiempo, este dispositivo se ha ido perfeccionando, pasando del formato analógico al digital en 2006, y más recientemente al tacógrafo inteligente de segunda generación. Esta evolución no solo ha mejorado la precisión y la fiabilidad de los datos registrados, sino que también ha reforzado la seguridad vial y la transparencia en las operaciones de transporte.
1Se acaba el tiempo para instalar el tacógrafo inteligente
La implementación del tacógrafo inteligente de segunda generación, que se está llevando a cabo gradualmente desde agosto del año pasado, representa un avance significativo en la tecnología de registro y control del transporte. Este nuevo dispositivo, que debe estar instalado en todos los vehículos de más de 3,5 toneladas que realicen transporte internacional antes del 31 de diciembre de 2024, incluye varias mejoras con respecto a las versiones anteriores.
Entre sus nuevas funciones destacan el registro automático del cruce de fronteras, la localización del vehículo durante la carga y descarga, y la capacidad de intercambio de datos con las autoridades a través de sistemas de teledetección temprana. Además, el nuevo tacógrafo utiliza el sistema de autenticación proporcionado por Galileo, el sistema global de navegación por satélite europeo, para garantizar la precisión y seguridad de los datos.