A lo largo de sus 10 años de existencia, la compañía de Molsheim llegó a fabricar un gran número de ediciones especiales nacidas todas ellas sobre la base del extraordinario Bugatti Veyron, del que se ensamblaron un total de 450 ejemplares. Ahora bien, ninguno de esos automóviles llegó a emitir una factura de compra como la de esta unidad que ahora mismo tienes delante de tus ojos y que ha puesto a la venta el especialista Mechatronik. Una unidad que fue convertida en realidad por una amenaza en firme de su propietario a la firma francesa.
De todas las ediciones especiales que Bugatti llegó a construir sobre la base del Veyron, no cabe duda alguna de que la llamada Pur Sang es una de las más ilustres. Lanzada en el año 2007 y limitada a solo cinco unidades, se convirtió en la primera edición especial nacida sobre la base del Bugatti Veyron. La historia del Pur Sang, combinada con su reluciente carrocería hizo que el propietario de este Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse quisiera uno igual.
Se inspira en el Bugatti Veyron Pur Sang… Pero mejor
Comenzó así el nacimiento de esta maravilla creada sobre el número de chasis 8100 e inspirada en aquellos relucientes Pur Sang, los cuales presentaban unos laterales en aluminio pulido, combinados con grandes piezas de fibra de carbono. Para dar vida a aquellos Bugatti Veyron Pur Sang, los diseñadores e ingenieros de la compañía francesa de quebraron la cabeza al máximo. Aún así, muchas de esas grandes piezas están formadas por trozos más pequeños soldados entre sí, de la misma manera que las piezas de plástico, como el paragolpes delantero, fueron pintadas para que parecieran ser de aluminio.
Cuando el dueño de este Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse se enteró de cómo se dio vida a esos Pur Sang armó en cólera. No quería soldaduras ni plásticos pintados. Quería que todas las piezas que dieran forma a la carrocería de su vehículos fueran de aluminio original. Bugatti se puso manos a la obra e incluso llegaron a crear un programa CAD específico para dar vida a esta obra de arte. Pero sus cálculos hacían necesarias 20 toneladas de aluminio para crear el vehículo según las especificaciones de su propietario, lo que encarecería demasiado el trabajo.
En su construcción se emplearon 20 toneladas de aluminio
Bugatti informó al propietario dándole la mala noticia y ofreciendo una solución más práctica y ‘asequible’. Si es que esa palabra la contempla el diccionario de Bugatti. El buen señor debió sentirse ofendido ante la propuesta de la compañía francesa y se negó a la alternativa dada. Tanto fue así que de no realizar el proyecto como él quería, cancelaría el encargo de los seis coches de la serie Grand Sport Vitesse ‘Legends’ (uno de cada edición limitada que fabricaron) y varios Veyron Super Sports que tenía en cartera. Viendo lo que se le venía encima, Bugatti cedió y fabricó el que se convertiría en el Bugatti Veyron más caro de todos los tiempos.
Como suele ser habitual en este tipo de creaciones, el precio de esta maravilla de la ingeniería jamás ha salido a la luz, pero superaría con creces los 2,3 millones de euros que costaba de partida cada uno de los Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse que se fabricaron. Ninguno con esta combinación de aluminio pulido y fibra de carbono a imagen y semejanza de aquellos Pur Sang.
Este singular Bugatti Veyron solo tiene 750 kilómetros
En contraste con ese brillante exterior, esta obra de arte presenta un interior vestido por completo en cuero de color rojo y adornado por pespuntes en color negro. Entre ellos los bordados de sus asientos con la inscripción ‘Kaq’, también presente en diferentes molduras de fibra de carbono en el interior. Pero es que hasta la propia parrilla delantera, como no podía ser de otra forma fabricada en aluminio, presenta una malla donde se plasman esas mismas iniciales.
Aunque su propietario gastó una auténtica fortuna en este Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse, lo cierto es que lo ha conducido muy poco, porque desde que abandonara el Atelier de Molsheim en el año 2015 solo ha cubierto 750 kilómetros.
Esta versión se convirtió en el descapotable más rápido del mundo
Los chicos de Mechatronik no han desvelado el precio de venta de este singular automóvil, que como el resto de sus hermanos se anima con un 8.0 W16 con cuatro turbocompresores que son capaces de generar 1.200 CV de potencia a 6.400 rpm, así como 1.500 Nm de par motor entre 3.000 y 5.000 rpm. Cifras que le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 2,6 segundos y alcanzar los 415 km/h. Ahora bien, hay rumores de que esa cifra de venta tiene 10 dígitos.