En las carreteras españolas, los controles de alcoholemia son una herramienta crucial para garantizar la seguridad vial. Sin embargo, a pesar de las constantes campañas de concienciación de la Dirección General de Tráfico (DGT), hay conductores que desafían los límites legales con resultados alarmantes. Un caso que sobresale es el de un hombre en A Coruña, quien en 2014 marcó un récord que pocos querrían tener en su historial.
1La importancia de los controles de alcoholemia
Desde los años 80, la DGT ha implementado pruebas de alcoholemia para tratar de reducir los accidentes de tráfico relacionados con el consumo de alcohol. A pesar de estas medidas, el alcohol sigue siendo un factor determinante en el 30% al 50% de los siniestros mortales en las carreteras españolas. Una sustancia que afecta la capacidad de conducción, incluso cuando los resultados están por debajo del límite legal de 0,25 mg/l.
Casos como el del conductor coruñés, que arrojó una tasa de 1,74 mg/l, son excepcionales pero preocupantes. Este tipo de cifras no solo indican un grave riesgo para la seguridad del propio conductor, sino también para el resto de los usuarios de la vía.
