La oferta mecánica del Mercedes GLE es una de las más completas del segmento en el que milita, donde hay modelos como el BMW X5, el Lexus RX, Porsche Cayenne o el Audi Q8. De primeras, se puede elegir entre dos siluetas (al igual que en el Cayenne), la convencional y la Coupé, que presenta una luneta trasera más tendida. En el caso de BMW, esta última posibilidad la cubre el X6, mientras que Audi también dispone del Q7, aunque es algo más largo que la media.
Ahora bien, si nos fijamos únicamente en las versiones híbridas enchufables, la marca de la estrella se lleva la palma con diferencia. Y el gran culpable es el recién llegado GLE 53 Hybrid, el primer híbrido enchufable desarrollado por AMG para este modelo. Hemos sido uno de los cuatro medios españoles invitados a la prueba dinámica, donde también tuvimos una toma de contacto con el E 53 Hybrid, con el que comparte muchos elementos mecánicos.
Antes de continuar, conviene aclarar un punto, pues Mercedes-AMG ya ofrecía un GLE 53 4Matic dotado de hibridación ligera. De hecho, esta versión, que seguirá comercializándose, es la base de partida para crear el GLE 53 Hybrid, aunque con importantes cambios mecánicos; por ejemplo, el híbrido enchufable prescinde del compresor eléctrico (se queda únicamente con el turbocompresor mecánico). En ambos casos, el motor es un 3.0 de seis cilindros en línea.
Así es el Mercedes-AMG GLE 53 Hybrid
Como hemos comentado al principio, el GLE cuenta con una amplia oferta de versiones híbridas enchufables (solo igualada por el Porsche Cayenne): 350 de, con 333 CV; 400 e, con 388 CV; y el 53 Hybrid, que desarrolla 544 CV. En todos los casos, el motor eléctrico desarrolla 136 CV y lo que cambia es la parte térmica (diésel en el 350 de). Lo mismo sucede con la batería, que tiene la misma capacidad bruta en todos los modelos (31,2 kWh), que opcionalmente admite recarga rápida con corriente continua a 60 kW.
El GLE 53 Hybrid tiene una autonomía homologada en modo 100 % eléctrico de 86 kilómetros (1 km más con la carrocería Coupé) y puede alcanzar los 140 km/h en encender el motor de combustión. Respecto a los otros PHEV de la gama, el GLE 53 Hybrid presenta unos ajustes específicos del control de estabilidad, la dirección, la respuesta del acelerador y el sistema de tracción total (AMG Performance 4Matic+). Además, se añaden dos modos de conducción exclusivos, denominados Smoothness (en español, suavidad) e Individual.
El peso del GLE 53 Hybrid es de 2.725 kilos, e incluso así es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 4,7 segundos, lo que da una idea del potencial de la mecánica. Como dato curioso, además del consumo medio conforme al protocolo de híbridos enchufables (bastante poco realista), Mercedes-AMG proporcional el dato de gasto con la batería descargada, que oscila entre 10,1 y 10,9 l/100 km, un dato muy interesante pues esta circunstancia será la habitual en viajes largos.
Así va el Mercedes-AMG GLE 53 Hybrid
Hemos probado una unidad del GLE 53 Hybrid con la carrocería SUV, y lo cierto es que nos ha parecido muy satisfactorio en todos los sentidos. Ofrece unas prestaciones sensacionales, como se espera de su potencia, tiene una excelente relación entre confort y estabilidad y, si nos lo tomamos con calma, puede tener un consumo muy moderado. En este sentido, echamos de menos el sonido del motor V8 del GLE 63 S.
Lo que está muy claro es que es preferible al GLE 53 de 435 CV, pues el GLE 53 Hybrid cuesta desde 121.750 euros (apenas 3.600 euros más) y le supera en todos los aspectos; de hecho, los únicos puntos en contra con que no puede equipar una tercera fila de asientos y que el maletero pierde 140 litros de capacidad (de 630 a 490 litros).
