Llenar el depósito del coche sigue siendo un gasto significativo para muchos conductores. Seguro que para ti también. A pesar de que los precios de la gasolina y el diésel han bajado respecto a los máximos históricos de 2022, repostar sigue siendo costoso. En busca de ahorro, muchos conductores optan por las gasolineras low cost. Sin embargo, aunque estas estaciones ofrecen combustibles más baratos, existe una diferencia crucial en la calidad que podría justificar pagar un poco más en las gasolineras tradicionales: los aditivos.
1Misma procedencia
Todo el combustible que se vende en España cumple con estándares mínimos de calidad y proviene de las mismas refinerías. Esto significa que la gasolina y el diésel de base son idénticos tanto en las gasolineras low cost como en las tradicionales. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) confirma que el combustible low cost cumple con los requisitos de calidad necesarios, eliminando así preocupaciones sobre su origen.
Sin embargo, la verdadera diferencia radica en los aditivos que cada marca añade a sus combustibles. Estos aditivos pueden influir en el rendimiento y la vida útil del motor, así como en la estabilidad del combustible durante el transporte y almacenamiento. Es aquí donde las gasolineras tradicionales suelen destacar, añadiendo componentes que podrían justificar el precio más alto.
