El Cadillac Sollei (acrónimo de ‘sol’ y ‘leisure’ u ‘ocio’) acaba de ser presentado en la Cadillac House, en Vanderbilt, una instalación de última generación recientemente restaurada en el campus del Centro Técnico Global de GM en Warren, Michigan (EE. UU.). Esta ubicación es una especie de showroom de lujo para los clientes del Cadillac Celestiq, lo que nos deja claro que Cadillac no ha elegido este emplazamiento casualmente, ya que el Cadillac Sollei es un “ejercicio de diseño imaginativo” que “amplía los límites de los futuros encargos a medida, diseñados para reflejar las pasiones e intereses únicos de su clientela”, según explica la propia marca norteamericana.
Así que este prototipo sirve, entre otras cosas, para demostrar la versatilidad de la plataforma eléctrica BEV3, de General Motors, compartida por modelos como los Cadillac Celestiq, Optiq y Lyriq, los Buick Electra E4 y E5, los Chevrolet Blazer y Equinox EV e incluso los Honda Prologue y Acura ZDX de nueva generación. Con el Sollei, Cadillac propone un vehículo completamente funcional y totalmente acabado que se adentra en el exclusivo mundo de los one off, de esos automóviles de los que sólo hay una unidad (o unas pocas) y se venden a precios millonarios.
Así es el Cadillac Sollei
Este espectacular automóvil único es un descapotable de 2+2 plazas 100 % eléctrico equipado con una pantalla de 55 pulgadas que se extiende por todo el salpicadero (al igual que en el mencionado Cellestiq), y un interior en el que el cuero y la madera colonizan casi todas las superficies a la vista.
No faltan detalles en materiales sostenibles, mientras que la carrocería está acabada, a mano, en color “Manila Cream”, un guiño a los Cadillac del pasado, ya que fue usado por la marca en sus modelos entre 1957 y 1958.
Volviendo al interior, realizado de forma completamente artesanal, cuenta con una nevera para bebidas bebidas totalmente integrada en la zona trasera con una puerta de vidrio eléctrica y vasos de cristal. No faltan multitud de adornos únicos y detalles de iluminación dinámica, si bien lo más llamativo es el trabajo de marquetería, con láminas de maderas de poro abierto sin teñir. El parabrisas está enmarcado en aluminio cepillado fresado, que aporta un carácter más tecnológico.
Hay también una pista que nos da a entender que el Cadillac Sollei es en realidad un one off hecho por encargo de un cliente concreto: en su interior encontramos un estuche de metal cepillado personalizado y forrado en cuero que esconde reclamos de aves acrílicos impresos en 3D, un diario encuadernado en cuero con ilustraciones de aves pintadas a mano y un estuche de cuero para bolígrafos y lápices, hecho a medida para combinar con el interior del vehículo, lo que permite a los entusiastas capturar sus experiencias de observación de aves.
Las “tripas” del Cadillac Sollei
Aunque los responsables de la marca no profundizan en lo que hay debajo de la carrocería del Cadillac Sollei, lo cierto es que el vehículo se basa en el mencionado Cadillac Celestiq, con dos motores eléctricos (uno en cada eje) que desarrollan una potencia conjunta de 450 kW (612 CV) y un par motor máximo de 870 Nm que permiten al Celestiq pasar de 0 a 60 mph (96,6 km/h) en 3,7 segundos. El sistema se alimenta con una batería de 111 kWh que puede recargarse en corriente continua con una potencia máxima de 200 kW.
El precio del Celestiq ronda los 350.000 dólares (algo más de 320.000 euros), si bien el Cadillac Sollei, al tratarse de un vehículo único, difícilmente costaría menos de un millón de euros, aunque lo más probable es que nunca conozcamos su precio.
Erin Crossley, directora de diseño de Cadillac, comenta que el Cadillac Sollei “reinventa el descubrimiento del viaje, imaginando una experiencia de conducción personalizada que conecta al usuario con el mundo natural que le rodea. El prototipo homenajea el linaje de elegantes descapotables de Cadillac de una forma moderna, cultivando el lujo a través de expresiones y experiencias de diseño”.