¿Es este el Ferrari más confuso del mundo? Lo que comenzó como un gran turismo 456 GT con motor V12 ahora tiene una cara de Nissan S14 para acompañar su alocado cambio de motor rotativo por Mazda. Ah, sí, y una impresionante capa de pintura roja personalizada para combinar con las caras de los fanáticos furiosos de Ferrari que tienen una obsesión por la originalidad.
La primera vez que supimos de este deportivo de la marca italiana fue en 2020, cuando un ingeniero neozelandés, Reuben Bemrose, encontró el 456 GT abandonado en un campo, donde había estado parado durante unos seis años con daños en la parte delantera. El oceánico compró el vehículo por 1.500 dólares neozelandeses (900 dólares), colocó un motor rotativo Mazda 13B de aspiración natural entre las torres de amortiguación del Ferrari y volvió a poner al mutante en la carretera, afirmando que todo el proyecto le había costado solo 13.000 dólares neozelandeses (7.800 dólares).
Evolución y controversia de este extraño Ferrari
El coche parecía tosco y listo, con un marco simple construido alrededor del morro para proteger el motor y ubicar el capó. Durante su vida en la pista, sufrió daños en el panel y el fuego. No obstante, el Ferrari rotativo ha evolucionado significativamente desde entonces. Ahora luce espectacular con su pintura roja personalizada. Aunque eso definitivamente no es lo más llamativo de la última encarnación del 456, que incluye una actualización rotativa biturbo.
La conversión del frontal del Nissan Silvia S14, que comenzó a tomar forma durante 2022, antes de que se pintara todo el automóvil al año siguiente, es quizás la modificación más controversial. El capó de una sola pieza de fibra de vidrio, fabricado en casa, contiene una ventilación de tamaño industrial en su centro y el delgado conjunto de faros fijos del S14 funciona sorprendentemente bien con la carrocería del Cavallino Rampanate.
Reacciones de Ferrari y la comunidad
Dudamos que Ferrari esté de acuerdo con estas modificaciones, y también dudamos que la fábrica esté impresionada con el uso de sus emblemas en la parte delantera y lateral del capó del coche. Las historias anteriores de que la marca italiana había enviado una carta de cese y desistimiento a Bemrose resultaron ser falsas, aunque las dos partes estaban en contacto. Hasta ahora, no hay señales de que el propietario neozolandés esté bajo presión para quitarle los emblemas a su modelo.
}El proyecto ha generado una gran cantidad de reacciones en la comunidad automotriz. Mientras algunos aplauden la creatividad y el ingenio del nacido en Nueva Zelanda, otros lo ven como una profanación de la pureza y la historia de la compañía del Cavallino Rampante. Las redes sociales se han llenado de debates acalorados sobre la legitimidad y el valor de tales modificaciones en automóviles icónicos.
