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China se queja por los aranceles de la Unión Europea a sus vehículos eléctricos

China ha presentado una queja formal ante la OMC (Organización Mundial del Comercio) en respuesta a la decisión de la UE de imponer aranceles a los vehículos eléctricos chinos. Según el Ministerio de Comercio chino, esta medida busca proteger los «derechos e intereses» de su industria automovilística. La queja se enmarca dentro del mecanismo de solución de disputas de la OMC, que es crucial para abordar las tensiones comerciales internacionales.

El portavoz del departamento comercial chino ha declarado que la conclusión provisional de la UE carece de fundamentos tanto fácticos como jurídicos. Además, ha afirmado que esta decisión «viola gravemente las normas de la OMC» y socava la cooperación global en la lucha contra el cambio climático. Este argumento resalta la creciente preocupación de China sobre cómo las políticas comerciales pueden afectar no solo su economía, sino también los esfuerzos globales para enfrentar desafíos ambientales.

Posibles represalias chinas por los aranceles

China también ha instado a la UE a «corregir inmediatamente estos errores» para salvaguardar la cooperación comercial y económica entre ambas partes. La importancia de mantener una relación estable en la cadena de suministro de vehículos eléctricos es fundamental, dado que ambos mercados dependen de la colaboración mutua para su crecimiento.

coches chinos Motor16

Aunque China aún no ha tomado medidas concretas, ya ha amenazado con represalias contra sectores europeos, especialmente contra los agricultores y fabricantes de aviones. Esta estrategia de represalias es común en disputas comerciales y refleja la seriedad con la que Pekín está tomando esta situación. La amenaza de represalias podría tener un impacto significativo en la economía europea, especialmente en sectores que ya están luchando por recuperarse tras la pandemia.

En medio de esta tensión, el vicepresidente del Ejecutivo comunitario y comisario de comercio, Valdis Dombrovkis, ha expresado su confianza en que los líderes europeos respaldarán la permanencia de los aranceles en la reunión programada para noviembre. Dombrovkis ha señalado que los Estados miembros son conscientes de la necesidad de proteger la industria automovilística de la UE, que enfrenta un creciente riesgo de perder cuota de mercado debido a la rápida expansión de las marcas chinas.

Según datos de Dataforce, la cuota de mercado de los vehículos eléctricos de batería chinos en Europa, incluyendo Reino Unido y Noruega, ha aumentado del 9% al 11% en el último año. Este crecimiento es alarmante para los fabricantes europeos, que temen que la competencia desleal, impulsada por subsidios y políticas favorables en China, pueda erosionar aún más su posición en el mercado.

Los fabricantes de coches europeos que producen en China han expresado su oposición a los aranceles. Argumentan que estas medidas pueden perjudicar sus operaciones y limitar su capacidad para competir en un mercado global cada vez más interconectado. Además, las marcas asiáticas han instado a las autoridades de Bruselas a recalibrar sus medidas, sugiriendo que una revisión de las políticas podría ser beneficiosa para ambas partes.