La nueva familia del Audi A5 marca un hito en la producción de la marca alemana al ser los primeros modelos construidos sobre la Plataforma Premium Combustión (PPC). Una base que permite que estos modelos cuenten con sistemas de propulsión parcialmente electrificados y una nueva arquitectura electrónica. Pero que además tienen otro valor, ya que la marca de los cuatro anillos se compromete a producir de forma sostenible, con el ambicioso objetivo de que, a partir de 2025, todos los modelos fabricados en la planta de Neckarsulm sean neutros en carbono. Y el Audi A5 es el primero para conseguir esa estrategia.
Audi está implementando en su producción la estrategia 360factory, que busca transformar sus fábricas para que sean cada vez más eficientes y menos contaminantes. La planta de Neckarsulm será un ejemplo destacado de esta evolución. Según Gerd Walker, miembro de la junta directiva para la producción: «Contamos con la infraestructura necesaria y un personal cualificado para hacer de la familia Audi A5 un éxito, tanto para la planta como para la marca».
La modernización y digitalización de la producción son pilares fundamentales en este proyecto, que no solo se traduce en una reducción de emisiones, sino también en la implementación de nuevas tecnologías que optimizan los tiempos y costos de fabricación.
Gran reducción de consumo en el taller de pinturas
Entre los avances más significativos en la planta de Neckarsulm está la renovación de su taller de pintura. Se proyecta que en 2025 será uno de los más modernos de la industria del automóvil. Una renovación que contará con innovaciones que fomentan un uso más responsable de los recursos, logrando reducciones de consumo energético de hasta 140 kWh por vehículo.
La introducción de pinturas a base de agua y un nuevo procedimiento de aplicación en capas permite eliminar pasos innecesarios, como el secado de la base antes de la aplicación del color final. Este proceso, conocido como aplicación en húmedo, no solo reduce el tiempo de producción, sino que también minimiza el impacto ambiental. Además, se implementan técnicas avanzadas de pintura catódica, mejorando la protección contra la corrosión y optimizando la total eliminación de burbujas de aire.
En todo el proceso de producción hay una preocupación fundamental para los responsables de Audi, el uso responsable del agua. La compañía se ha marcado el objetivo de reducir a la mitad su consumo de agua en el proceso de producción para 2035. Para ello, Neckarsulm utilizará un sistema de ciclo cerrado de agua que aprovechará las instalaciones de tratamiento de aguas residuales del complejo industrial. Este sistema permitirá ahorrar hasta un 70% de agua fresca a partir de 2025, un paso crucial hacia un proceso de fabricación más eficiente y sostenible.
Ese cuidado del agua como un recurso escaso también se refleja en el compromiso que ha contraído Audi al unirse a la Alianza por la Gestión del Agua (AWS), un movimiento que busca promover el uso sostenible de los recursos hídricos en todo el mundo.
Audi Neckarsulm, sostenibilidad, pero también vanguardia
Pero la planta de Neckarsulm no solo quiere ser referencia en cuanto a sostenibilidad o al uso eficiente de los recursos. También se distingue por incorporar un grado elevado de automatización en su cadena de producción. Por primera vez, todos los componentes adicionales en la carrocería se instalarán de forma completamente automática, mejorando la calidad y la precisión en el ensamblaje. Con esta tecnología, Audi puede reducir significativamente la influencia de factores externos durante el proceso de producción.
La implementación de vehículos de transporte guiados de forma autónoma (DTS) es un ejemplo de cómo la empresa está liderando la automatización en la industria. Desde 2014, estos sistemas han sido fundamentales en la optimización del suministro de materiales, y ahora, más del 80 por ciento de los volúmenes de material se proporcionan automáticamente en el taller de carrocería.
Una automatización que tiene como objetivo alcanzar los más elevados índices de calidad. Y que se van a poder controlar mediante la implementación de tecnologías de control de calidad de última generación. Con ellas cada vehículo es evaluado a lo largo de la línea de producción sin necesidad de retirarlo del flujo de trabajo. Esto permite una detección de errores más rápida y una reacción inmediata ante cualquier desviación en la calidad del producto.
En este camp el uso de realidad aumentada (AR) para la inspección de carrocerías es una novedad significativa que además de facilitar el trabajo del personal mejora la eficiencia en las verificaciones de soldaduras y uniones. Con la ayuda de aplicaciones diseñadas para tabletas, los inspectores pueden visualizar en tiempo real los puntos críticos que necesitan revisión, ahorrando tiempo y recursos en el proceso de control calidad.
De todos estos cambios el primer protagonismo está en la nueva familia del Audi A5, un modelo que estará en las próximas semanas en el mercado con el objetivo de cubrir el hueco de toda una leyenda como el Audi A4. Y en el que la marca de los aros tienen depositadas muchas expectativas.
