Cuando las temperaturas suben, muchos piensan en la crema solar, el aire acondicionado y las vacaciones. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo afecta el calor a tus neumáticos? Para quienes saben de gomas, la respuesta es clara: la temperatura extrema no solo influye en su durabilidad, sino que también puede comprometer seriamente la seguridad de tu vehículo. Aquí te explicamos cómo protegerlos en verano y asegurarte de que te duren más tiempo, según los expertos de Bridgestone.
1El calor y tus neumáticos: una combinación peligrosa
Durante los meses de verano, las carreteras pueden alcanzar temperaturas extremas, superando con creces los 50 grados Celsius en algunas zonas. Este calor abrasador afecta directamente a los neumáticos, que son el único punto de contacto entre tu coche y la carretera. Las gomas están diseñadas para funcionar de manera óptima a temperaturas de hasta 60 grados Celsius, pero el calor extremo puede hacer que estas cifras se superen rápidamente, poniendo en riesgo tu seguridad.
¿Qué sucede cuando se calientan demasiado? El calor hace que el aire se expanda, aumentando la presión interna. Si la presión ya es alta, esto puede llevar a una sobrecarga, lo que provoca un desgaste irregular, disminuye la tracción y aumenta el riesgo de reventón. Además, el caucho se vuelve más blando a altas temperaturas, lo que puede provocar una aceleración en el desgaste y afectar la capacidad de frenado.