El Tuthill GT One es la última locura (o genialidad, quién sabe) de Tuthill, especialista británico en restomods y preparaciones de Porsche 911 de diferentes generaciones. Se trata de una completa reinterpretación de uno de los modelos más codiciados de Porsche: el 911 GT1.
Aunque ya hemos hablado repetidas veces de este purasangre, no es mala idea poner un poco de contexto sobre el 911 GT1 original, un vehículo de competición con versión de calle creado para “recuperar” la hegemonía en las carreras de resistencia ante la superioridad del McLaren F1.
Y es que Porsche lo había ganado todo en los años 80 y a principios de los 90 con sus 956/962 de Grupo C, pero en 1995, los McLaren F1 GTR doblegaron a los 911 GT2 y GT2 Evo, acabando primeros en 10 de las 12 pruebas del campeonato BPR (que sustituía al Mundial de Resistencia WEC), incluyendo la victoria en las 24 Horas de Le Mans. A mayores, los TWR-Porsche WSC95 Spyder fueron prohibidos por la IMSA, lo que dejaba a Porsche también fuera de los podios en EE. UU.
Así que Herbert Ampferer, director de competición de Porsche, decidió crear un GT1 de motor central basado en el coetáneo Porsche 911 993, renunciando entonces a 30 años de legado de “nueveonces” con arquitectura “todo atrás”.
El nacimiento del Porsche 911 GT1 que inspiraría al Tuthill GT One
Para desarrollar su 911 GT1 se conservó la sección central del monocasco del 993, incluidos el suelo, el mamparo, el tablero de instrumentos y la sección del maletero delantero, así como algunos puntos de montaje de la suspensión del 911 de serie.
Tony Hatter (el mismo diseñador del 993) se encargó de que el Porsche 911 GT1 tuviera un aspecto lo más parecido posible al 993, si bien era claramente más largo, más ancho y más bajo, con un parabrisas más inclinado y una batalla que crecía 23 centímetros para hacer posible la arquitectura de motor central, sin la cual la victoria sobre McLaren parecía imposible.
El ingeniero de chasis Horst Reitter diseñó la suspensión trasera prácticamente desde cero, mientras que el motor era una evolución del desarrollo que había permitido al Dauer Porsche 962 LM GT ganar las 24 Horas de Le Mans de 1994. Con 3,2 litros, dos turbocompresores y refrigeración líquida, el M96/80 desarrollaba 544 CV en su versión de calle y más de 600 CV en su configuración de competición, con potencial para ser enormemente fiable. El resultado fue un doblete en las 24 Horas de Le Mans de 1996 y la victoria en las tres carreras del BPR en las que participó aquel año.
El Porsche 911 GT1 se convirtió, desde el primer momento, en todo un icono del que se fabricó apenas una veintena de unidades de calle o Straßenversion. Dada su escasez, es rarísimo que alguna de estas unidades cambie de manos públicamente, pero la última cotización conocida corresponde a una unidad de 1998 subastada en 2017 en Amelia Island (EE. UU.) por 5.665.000 dólares (unos 5,1 millones de euros), lo que nos da una idea de lo deseable de este singular 911.
El Tuthill GT One nace del sueño de un coleccionista
El Tuthill GT One nació de una conversación entre Richard Tuthill y Elliot Ross, productor de películas, coleccionista de automóviles y cliente de Tuthill. De esa charla surgió la idea de fabricar 22 unidades de esta reinterpretación (más que “réplica”) del 911 GT1, de forma que el proyecto fuera viable, repartiendo los costes de desarrollo entre esos 22 vehículos. No obstante, cada Tuthill GT One requerirá 3.500 horas de mano de obra especializada, y el precio no ha sido comunicado.
Diseñado por el californiano Florian Flatau, el Tuthill GT One presenta una carrocería de fibra de carbono bajo la que encontramos un motor bóxer de 6 cilindros y 4,0 litros disponible tanto en versiones de aspiración como sobrealimentada por turbocompresor, con más de 500 CV para el primero y más de 600 CV para el segundo.
Tuthill ofrecerá transmisiones manuales o automáticas de 7 velocidades en un vehículo del que no sabemos demasiado sobre su chasis, si bien podemos confirmar que la suspensión delantera y trasera será mediante dobles triángulos, con frenos cerámicos de carbono y pinzas a medida para un peso de 1.200 kg.
La aerodinámica se ha validado mediante CFD (no mediante túnel), y en el habitáculo se ha instalado una estructura antivuelco según normas FIA, incluyendo barras laterales en el interior de las puertas. Además, quienes quieran usar su vehículo en circuito podrán pedir un paquete aerodinámico específico para sentirse como en el auténtico coche de carreras que fue el Porsche 911 GT1 original.
