Echar gasolina es una tarea que todos los conductores realizan con frecuencia. Lo hacemos casi de manera automática, sin detenernos a pensar en los posibles riesgos y en las reglas que debemos seguir para evitar problemas. Sin embargo, lo que muchos no saben es que una acción tan cotidiana como repostar puede llevar a una multa de 100 €. Y no, no por hablar por el móvil o por marcharse sin pagar. En este artículo, desvelamos el porqué y cómo evitar esta infracción que es más común de lo que piensas.
1El riesgo de ser demasiado voluntarioso
En las estaciones autoservicio o ‘low cost’ suele ser el propio cliente quien reposta combustible, pues estas funcionan sin apenas personal. Pero cuando paramos en gasolineras más tradicionales, es habitual encontrar empleados destinados a esta tarea. Aun así, muchos conductores, ya sea por comodidad o por costumbre, prefieren llenar el depósito ellos mismos.
Lo que muchos no saben es que, al hacerlo, podrían estar infringiendo el Reglamento General de Circulación; una normativa que establece que solo los trabajadores de la estación están autorizados a manejar los surtidores y suministrar el carburante. Al realizar esta tarea por cuenta propia y, por tanto, desobedecer las regulaciones, el conductor se arriesga a recibir una multa de 100 €.