Las discusiones en torno a los estacionamientos suelen ser una fuente constante de conflictos en las ciudades, donde encontrar un lugar para aparcar se ha convertido en una verdadera odisea. Este problema es especialmente agudo en zonas densamente pobladas o en momentos de alta demanda, como en las cercanías de centros comerciales, eventos deportivos, o áreas céntricas.
Uno de los métodos más controvertidos que algunos conductores han adoptado para asegurar una plaza de aparcamiento es enviar a un peatón, generalmente un amigo o familiar, a «guardar» el espacio mientras el conductor llega. Este acto, aunque común, ha generado un debate acalorado en redes sociales sobre su legalidad y ética, y los incidentes relacionados con esta práctica se han vuelto virales en más de una ocasión.
El video que se viralizó en las redes sociales
En los últimos días, dos videos grabados en España sobre incidentes relacionados con la reserva de lugares de estacionamiento han acaparado la atención de miles de usuarios en redes sociales. En uno de los casos, se observa a una mujer de pie en un espacio vacío, aparentemente esperando a que su acompañante llegue con el coche para ocupar el lugar. Mientras tanto, otro conductor intenta estacionar en ese mismo espacio, lo que desata una acalorada discusión.
«No hay ninguna ley que prohíba hacer eso!! y al que no le guste ajo y agua», comentaba un usuario en defensa de la mujer, mientras otro replicaba: «Es ilegal guardar el sitio». Este debate refleja la confusión generalizada y las interpretaciones contradictorias que existen sobre la legalidad de esta práctica. Aunque la legislación de tráfico en España no aborda explícitamente la práctica de «guardar» espacios de aparcamiento, sí existen normativas que se pueden aplicar de manera indirecta.
¿Hay multa por guardar un lugar para aparcar?
La Ley de Tráfico establece que los peatones no deben permanecer detenidos en la calzada o en el arcén a la espera de un vehículo, ya que estos espacios están destinados exclusivamente para el tránsito de automóviles. Esto significa que, técnicamente, ninguna persona puede ocupar un lugar de estacionamiento en espera de un vehículo, y cualquier coche que llegue al sitio está en su derecho de utilizarlo. De hecho, los peatones que infringen esta norma podrían enfrentarse a una sanción de hasta 80 euros.
Otra práctica común que también genera conflictos es la ocupación simultánea de dos plazas de aparcamiento por un mismo vehículo, con la intención de reservar una de ellas para otro conductor. Este tipo de conducta no solo es poco ética, sino que es claramente sancionable. La normativa de tráfico es clara en este aspecto: invadir las líneas que delimitan las plazas de aparcamiento constituye una infracción. En estos casos, la Guardia Civil puede intervenir y, si se denuncia el hecho, el vehículo infractor puede ser retirado por la grúa y trasladado a un depósito municipal. La multa por esta infracción puede ascender a 200 euros, sin contar con el coste adicional de recuperar el vehículo del depósito.
