Pulir los faros de tu coche no solo mejora la estética del vehículo, sino que también es esencial para tu seguridad. Con el tiempo, los faros se vuelven opacos debido a la exposición al sol, polvo y otras inclemencias. Afortunadamente, no necesitas gastar una fortuna en kits de pulido profesional o reemplazar los faros; existen métodos caseros efectivos y económicos que pueden devolverles el brillo perdido. Aquí te presentamos algunos trucos sencillos utilizando productos que probablemente ya tengas en casa.
1Bicarbonato de sodio y vinagre
El bicarbonato de sodio es un limpiador versátil que, combinado con vinagre, puede ser un potente aliado para restaurar la claridad de los faros. Mezcla bicarbonato con un poco de vinagre para crear una pasta. Aplica esta mezcla sobre los faros con un paño suave y frota en movimientos circulares. El bicarbonato actuará como un abrasivo suave, mientras que el vinagre ayuda a disolver la suciedad. Tras frotar durante unos minutos, enjuaga con agua y seca bien.