El fin del verano trae consigo la conocida “operación retorno”, en la que millones de conductores en sus coches, emprenden el regreso a casa tras sus vacaciones. Estos trayectos suelen realizarse con más equipaje del que se llevó en la ida, lo que puede generar complicaciones si no se maneja adecuadamente. La organización y el correcto transporte del equipaje son claves no solo para evitar multas, sino también para garantizar la seguridad de todos los ocupantes del vehículo.
1La importancia de una carga bien asegurada
Uno de los principios fundamentales a la hora de transportar equipaje en el coche es que ningún objeto debe ir suelto dentro del habitáculo. Esto significa que mochilas, bolsas u otros bultos no deben colocarse en los asientos traseros junto a los pasajeros. Todo el equipaje debe ir en el maletero, bien sujeto y separado físicamente de los ocupantes del vehículo. Esto es crucial para prevenir que, en caso de frenazo o accidente, cualquier objeto salga proyectado, lo que podría resultar en graves consecuencias.
Un simple ordenador portátil de 2,2 kg puede convertirse en un proyectil letal si no se coloca adecuadamente. Según la Dirección General de Tráfico, si un coche frena bruscamente a 50 km/h, el impacto de este objeto podría ser equivalente a chocar contra un animal de 85 kg, como un jabalí. A una velocidad de 90 km/h, el impacto sería similar a colisionar con un oso pardo de 275 kg. Estas cifras ilustran claramente la importancia de dedicar tiempo a la correcta colocación del equipaje.