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Uno de los dos prototipos del Ford GT busca hogar. Preparen las carteras

Si haces una lista con los mejores superdeportivos con el sello ‘made in USA’ que se han lanzado a lo largo de la historia, no podía faltar el mítico Ford GT, una criatura que en los últimos tiempos se ha convertido en todo un ícono para los coleccionistas de medio mundo. Y estos seguro que ya han puesto sus ojos en esta belleza que va a sacar a subasta el especialista Mecum el próximo sábado 7 de septiembre en Dallas.

En realidad este inmaculado Ford GT que tienes delante de tus ojos no es una unidad de producción, sino que se trata de uno de los dos prototipos que fueron ensamblados una vez que la firma del óvalo azul arrancó con la producción de los ejemplares para clientes. Prototipos que sirvieron como herramientas de trabajo y con los que la casa americana, además de SVT, Ford Racing y diferentes preparadores de renombre al otro lado del océano, validaron diferentes componentes para esta criatura.

Al segundo prototipo del Ford GT se le perdió la pista

2004 Ford GT Prototipo. Mecum. Imagen trasera.

Es precisamente Mecum quien asegura que este Ford GT es el único de esos dos prototipos que se encuentra en circulación. Pero también es cierto que a la otra unidad se le perdió la pista.

Como el resto de los 4.038 Ford GT que fueron ensamblados entre el 28 de junio de 2004 y el 30 de septiembre de 2006, esta criatura esconde en posición central el todopoderoso motor 5.4 V8, un bloque que cuenta con un compresor volumétrico Eaton y que fue debidamente aderezado con una gestión electrónica firmada por Ford Powertrain Engineering. Además, fue equipado con una polea especial y creada por Steeda Autosports para su compresor, colectores Borla, un silenciador Ford Performance y algún que otro elemento que le permite ser más poderoso que las unidades de producción.

Más poderoso que el resto de sus hermanos

2004 Ford GT Prototipo. Mecum. Imagen motor.

Muestra de ello es que esos 4.038 Ford GT generan 558 CV de potencia a 6.500 rpm y 678 Nm de par motor a 4.500 rpm, mientras que esta criatura presume de proporcionar 642 CV y 744 Nm. Lo que no varía un ápice es que esas cifras se envían en exclusiva a sus dos ruedas traseras por medio de una transmisión manual de seis velocidades M7003GT que fabricaba el especialista Ricardo para estos míticos deportivos.

De ahí que no nos debería sorprender que este extraordinario Ford GT fuera más veloz que el resto de ejemplares de producción, criaturas que presumen de mover sus 1.580 kilos de peso con una gran soltura. Como demuestran con una velocidad punta de 330 km/h, además de con un tiempo de 3,8 segundos para acelerar de 0 a 100 km/h. Estos también aceleran de 0 a 200 km/h en 12,3 segundos, mientras que los 300 km/h los alcanzan en 44,3 segundos.

Calcado por fuera y por dentro al resto de los Ford GT

2004 Ford GT Prototipo. Mecum. Imagen interior.

Más allá de las mejoras introducidas en su 5.4 V8 Supercharged, lo que hace aún más deseable a este Ford GT que ofrecerán los especialistas de Mecum, es que cuenta con el aspecto exterior de cualquier otra unidad de producción y no con el diseño de los prototipos originales. Y lo mismo ocurre con su interior.

Por aquellos entonces la firma del óvalo azul eligió un llamativo color Tungsten con franjas en tono Silver para vestir la carrocería de este particular Ford GT, el cual se sustenta sobre las imponentes llantas BBS, tras las que se esconden unas pinzas de freno en color rojo. Todo ello casa a las mil maravillas con un interior donde abunda el cuero de color negro y donde se conserva intacto su sistema de sonido firmado entre Pioneer y McIntosh.

Su precio es todo un interrogante

2004 Ford GT Prototipo. Mecum. Imagen detalle.

Los chicos de Mecum no sueltan prenda sobre los kilómetros que tiene este Ford GT, ni tampoco desvelan sus antepasados o el precio que podría llegar a alcanzar en la próxima subasta de Dallas. Ahora bien, el último Ford GT subastado por Mecum el pasado mes de agosto en Monterrey cambió de manos por 500.500 dólares (453.500 euros). Y la particularidad de esta unidad podría hacer que esa cifra varíe de forma drástica. Para bien o para mal.