El final del verano marca el regreso a la rutina, y no por ello, dejaras de conducir. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), este mes de agosto se prevé un volumen de tráfico considerable, con cerca de 48 millones de desplazamientos en las carreteras españolas. Esta cifra representa un reto para la seguridad vial, especialmente en los accesos y salidas de las grandes ciudades.
En este contexto, es crucial recordar que las buenas prácticas al volante no deberían limitarse a los largos trayectos vacacionales. Conducir es una actividad diaria para muchos, y adoptar hábitos de conducción seguros y efectivos puede marcar la diferencia no solo en la carretera, sino también en nuestra vida diaria. Aquí te presentamos cinco consejos fundamentales que deberías aplicar siempre que te pongas al volante, y no solo cuando vuelves de vacaciones.
1Sé un conductor proactivo
Uno de los principios básicos de la conducción segura es la proactividad. Esto significa que nunca debes confiar ciegamente en las acciones de otros conductores. La clave está en anticiparse a lo que los demás pueden hacer, y estar siempre preparado para actuar en consecuencia. Este enfoque preventivo te permite reaccionar más rápidamente a situaciones inesperadas, lo que puede evitar accidentes.
Para ser un conductor proactivo, es esencial que mantengas una vista general de la carretera, mirando entre 10 y 15 segundos por delante de ti. Además, utiliza los espejos retrovisores regularmente para estar al tanto de lo que sucede a tu alrededor. Este hábito no solo mejora tu capacidad de reacción, sino que también te permite mantener una ruta de escape en caso de emergencia. Es una forma sencilla pero poderosa de aumentar tu seguridad y la de los demás en la carretera.
